Las vemos siempre paradas en las esquinas, mostrando sus largas piernas arriba de los tacos o usando apretados vestidos con los que llaman la atención de los conductores. ¿Pero qué es lo que ocurre en la vida de estas mujeres cuando llega el día?, es lo que la fotógrafa y periodista Marie Hald quizo captar a través de imágenes.

Para lograrlo, siguió con su cámara a Bonnie, quien además de ser una trabajadora sexual danesa, es una mujer de 39 años y madre de tres niños. Esta se dedica al negocio del placer desde los 18 años y las marcas en su rostro así lo revelan.

Marie Hald
Marie Hald

Su primera vez teniendo sexo por dinero ocurrió en un motel de una pequeña ciudad, cuando ella y una amiga necesitaban desesperadamente por dinero. La experiencia fue desagradable y ella se sentía avergonzada y tímida por su cuerpo, pero siguió trabajando por el dinero, como relata Marie.

Hoy, Bonnie “paga impuestos y está registrada como un negocio, a pesar de eso se ha metido en problemas con el servicio de impuestos y ha ido a prisión más de una vez”, explica Hald en su sitio web.

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Pero lo que más le molesta a esta mujer, es cómo su trabajo afecta a sus hijos: “Los niños más grandes saben su profesión y también lo saben en la escuela y la comunidad. No es fácil para Oliver y Michaella. Y a Michaella le han puesto sobrenombres y le han preguntado mucho por cuánto cuesta su madre. Eso la enoja mucho”, puntualiza Hald.

Su hijo menor, Noe, de momento cree que se dedica a la limpieza. Para Bonnie, lo más importante es la vida de sus niños y espera que tengan una mejor infancia que la que ella tuvo.

“Bonnie, una vida en la prostitución” es el nombre del trabajo de esta periodista gráfica, que te presentamos a continuación:

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