Las declaraciones de la ex ministra de Salud, Helia Molina, quien dijo que “en todas las clínicas cuicas, muchas familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas”, no cayeron bien en las direcciones de la clínicas privadas, desde donde han manifestado en reiteradas ocasiones que no existen abortos encubiertos.

Al respecto representantes de estas instituciones comentaron a La Segunda, que existen una serie de procedimientos y resguardos para evitar que se ejecuten abortos dentro de sus instalaciones.

En el caso de la Clínica Las Condes, el ex ministro de Salud de Sebastián Piñera, Jaime Mañalich, dijo que cuando llegó en 1995 instauró un mecanismo para evitar que vaciados uterinos tuviesen alguna relación con abortos.

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Por su parte desde la Clínica de la Universidad de Los Andes, José Antonio Arraztoa, explicó al vespertino que “en los casos en que se detecta la muerte de un niño dentro de útero, se establece que se debe realizar una ecografía en la clínica, y por médicos de la misma, para confirmar que el corazón ya no tiene latido”.

En tanto para el caso de las Clínicas de Banmédica (Santa María, Dávila y Vespucio), Cristian Ugarte, presidente del Consejo de Directores Médicos de esas entidades, explicó que en todos los procedimientos relacionados con vaciado de útero, se exige hacer ecografías de manera previa a la intervención médica.

El director de la Sochog, José Andrés Poblete, enfatizó que “en la práctica todos los centros privados tienen medidas, es un mito que una paciente llegue con un examen y nadie la mira. En un procedimiento participan varios profesionales. Es como creer que la gente actúa como robot. Pensar que va llegar una paciente con un diagnóstico camuflado y que todos van a estar de acuerdo en eso, es realmente no entender cómo funciona el sistema”, concluyó.