Una nueva serie de la BBC, llamada Countdown to life, ha investigado sobre una rara condición que provoca que niños que aparentemente nacieron como mujer, desarrollen un pene cuando llegan a la pubertad.
El programa se centró en el poblado de Salinas, República Dominicana, donde, según los realizadores, 1 de cada 90 niños nace como “guevedoce”, lo que en español podría traducirse como “con pene a los 12” o “machihembras”.
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De acuerdo al medio británico The Telegraph, este desorden genético ocurriría debido a la acción de una enzima que inhibe la producción de hormonas sexuales en el útero. Según este reportaje.
Esto se explicaría debido a que cuando estamos en el útero, seamos hombres o mujer, todos tenemos glándulas internas conocidas como gónadas y una pequeña protuberancia entre las piernas llamada tubérculo. Alrededor de las ocho semanas de gestación, los varones que llevan el cromosoma Y comienzan a producir dihidro-testosterona en grandes cantidades, convirtiendo al tubérculo en un pene. En el caso de las mujeres, éste se convierte en un clítoris.
No obstante, algunos bebés varones no logran desarrollar un pene a esa altura debido a una deficiencia de la enzima 5-alfa reductasa, la que desencadena el aumento de tal hormona. Y no es hasta la pubertad, cuando se produce una nueva gran producción de testosterona que los órganos reproductores masculinos aparecen. Así, lo que debió haber ocurrido en el útero, tiene lugar cuando los jóvenes bordean los 12 años.
Uno de los casos que mostró el reportaje, fue el de Johny, quien fue criado como niña y se llamaba Felicita, pese a que el menor confesó a la BBC que nunca le gustó hacer cosas de niñas. “Nunca me gustó vestirme como una niña y cuando me traían juguetes femeninos no los ocupaba, pero cuando veía a un grupo de niños, me unía para jugar a la pelota con ellos”, señaló Johny, agregando que cuando llegó a la pubertad y comenzó su transformación a varón, fue objeto de burlas por parte de sus compañeros y amigos. “Me decían que era una especie de diablo y otras palabrotas, y bueno, no tuve remedio que pelear con ellos porque estaban cruzando la línea“, remata.
Una de las primeras en investigar esta rara condición fue la endocrinóloga Julianne Imperato, de la Universidad de Cornell, en Nueva York, quien también ha tenido experiencias en Papúa Nueva Guinea.
Sus más recientes estudios han asegurado que los nuevos órganos masculinos que desarrollan los “guevedoces”, funcionan sin problemas, por lo que desde que ocurre la transformación, los jóvenes pueden vivir de manera normal.