Sherry es una madre como cualquier otra, quien escribe de sus vivencias diarias en el blog “Hand Me Downs”. Y el principal protagonista de sus posts es Gabe, su pequeño hijo de 2 años quien tiene Síndrome de Down.

Ella lo describe como un niño curioso, amante de la música y a veces mañoso, quien actúa como cualquier otro menor de su edad y es por esto que ella tiende a olvidar su condición genética. Hasta que se encuentra con frases como la que le dijo una cajera: “Apuesto que desearías haberlo sabido antes de que naciera. Tú sabes, hacerte el test para eso…”

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En medio de un día de compras, una empleada le sugería que debió haber abortado a su hijo. Sherry se sintió inmediatamente en shock, herida y furiosa. Pensó en azotarla contra la registradora y dejarla sin conocimiento. Pero en cambio, le respondió lo siguiente con una gran sonrisa: “Sí, ¿cierto? Es mucho más difícil deshacerse de ellos una vez que nacen. Créeme, LO HE INTENTADO”, agregó.

Hands Me Down
Hands Me Down

La cajera quedó con la boca abierta y mirándola impresionada. Entonces ella se asomó sobre el mostrador y le susurró: “¿Lo que estás diciendo es que está bien para mí matarlo mientras está adentro -de su vientre-, pero no afuera? En mi libro no hay ninguna diferencia. Para que lo tengas claro, nosotros lo sabíamos todo sobre él durante mi embarazo. Él es nuestro hijo ahora y lo era en ese entonces”.

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Y agregó: “No existe forma de que dañe a ninguno de mis hijos. Incluso en estos tiempos en que son considerados ridículamente desechables”. Si bien esta entrada es de octubre de 2014, se continúa viralizando, ya que refleja la realidad que enfrentan miles de madres y padres.

Hands Me Down
Hands Me Down

Sherry declaró posteriormente que la cajera no le habló de manera maliciosa, sino que demostrando una extraña “forma de empatía”. Además, agregó en Buzzfeed que su post no buscaba debatir el aborto, sino que sólo invitar a que las personas dejen de juzgar basados en lo que ven exteriormente.