Valentina Roth, Mariuxi Domínguez y Vanesa Borghi son reflejo de una nueva tendencia en los gimnasios: desarrollar y tonificar la musculatura con ejercicios localizados. Lo que antes era algo a lo que aspiraban sólo los hombres dedicados al físcoculturismo, hoy es una figura que quieren conseguir desde jóvenes hasta rostros de la TV.
En medio de la lucha por conseguir la tonificación ideal, son muchos los que recurren a los suplementos proteicos. Se trata de proteína artificial que es vendida en formato de polvo, para llegar y consumir, sin necesidad de enredarse cocinando. Pero, ¿es realmente necesario consumirlo cuando se ejercita? Y, ¿existe algún peligro al hacerlo?
En Página 7 consultamos a la nutricionista de la Universidad San Sebastián, Solange Martínez Gallegos, quien afirma que aunque alguien que se adentra en el deporte puede necesitar un mayor aporte proteico, “no es necesario el uso de suplementos”, explica.
De hecho, “en los deportes intensos de fuerza-resistencia (halterofilia, atletismo, ciclismo, natación), la necesidad energética proteica es muy baja, ya que se utiliza en gran medida el glucógeno muscular (reserva energética muscular)”, detalla.
La académica de Nutrición y Dietética afirma que siempre hay que “preferir entregar proteína de alto valor biológico, aportada por la dieta en su forma natural” y que estos suplementos fueron desarrollados para atletas que entrenan varias veces al día y que les complica obtener alimentos adecuados.
“También en casos de fisicoculturismo, en que se quiera producir hipertrofia e hiperplasia muscular, es decir, un aumento en el tamaño de las células musculares y reproducción de éstas”, precisa.
Los riesgos que esconde
Si ese es tu caso, debemos advertir que consumir estos suplementos tiene sus riesgos: “El exceso puede ser la causa de numerosas enfermedades, así como trastornos en los riñones o el hígado, ya que estos órganos son los encargados de eliminar las sustancias de desecho que generan las proteínas, como el amoniaco, la urea y el ácido úrico”, precisó a Página 7.
Otros riesgos son los problemas cardíacos y alteraciones en la matriz proteica del hueso; de hecho, el exceso de proteína impide que se deposite correctamente el calcio en el hueso, produciendo una descalcificación temprana.
La dieta ideal
Si estás dejando atrás la vida sedentaria y te la pasas en el gimnasio, Solange Martínez recomienda una dieta “constituida en un 60% por hidratos de carbono como pasta, arroz, cereales, legumbres, frutas y verduras”. Además “se deben consumir alimentos ricos en proteínas para garantizar la recuperación muscular como carne, pescado, huevos o productos lácteos, los que son alimentos de alto valor biológico”, agrega la nutricionista.
Si bien el aporte proteico debe ser del 10 al 15%, Martínez explica que es preferible calcular esto según el peso corporal. “Se estima que para mantener la masa muscular, los deportistas deben consumir 1,2 a 1,8 gramos de proteínas por kilógramo al día”, detalla. “En cambio, si quieren aumentarla, deben mantener una ingesta proteica de 1,6 a 1,8 gramos de proteína por kilógramo al día, con un aumento de 400-500 kcal. en su dieta habitual”, detalla, agregando que “estas necesidades variarán según la modalidad deportiva”.
Las grasas tampoco deben quedar afuera y es preferible que comprendan el 20% del aporte diario. “Finalmente hidratación debe ser antes, durante y después del ejercicio”, concluye.