Blondie Bennett tiene 39 años y desde hace algún tiempo una obsesión se ha tomado su cabeza…y su cuerpo. Tanto que ha gastado más de 27 millones de pesos en bótox, implantes de pómulos, liposucciones, e implantes mamarios, para convertirse en una muñeca humana.

Según señala el medio inglés Daily Mail, Blondie, oriunda de California, ya ocupa sostenes de una gran talla, sin embargo, ella quiere agrandarse los pechos aún más para que luzca, según sus palabras, “como un palo con pechos”.

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La rubia estuvo invitada recientemente al programa de cirugías plásticas del canal E! Botched, y allí reveló la posibilidad de volver al quirófano para agrandar sus senos, pero al verla, los doctores se mostraron un tanto escépticos sobre la conveniencia del procedimiento.

Ella es muy, muy delgada. Hasta un viento fuerte podría botarla, pero al menos tiene dos grandes cojines que podrían suavizar su caída“, señaló el doctor Dubrow. Un comentario muy poco sensible, cabe destacar.

Pero fuera de toda broma, los doctores que la examinaron sus pechos ya indicaron que us cuerpo estaba respondiendo mal a los implantes, pues además del adelgazamiento de la piel, la rubia también sufre de sinmastia, una condición que provoca el desarrollo de una membrana que une las dos mamas.

Tan delicado es su estado que los especialistas le advirtieron que si desea agrandar aún más su pechos, hay un alto chance de que éstos exploten. Además de los procedimientos quirúrgicos, la blonda ha recurrido a hipnoterapias para tratar de ser más “light”.

Solo quiero ser la última Barbie. Quiero ser una chica sin cerebro“, señaló Blondie en una entrevista televisiva en febrero de 2014. “No me gusta ser humana“, remató.