Jon Payne (34) era un hombre con bastante confianza en sí mismo a pesar de que pesaba unos 158 kilos y usaba poleras XXXL. Por otro lado, estaba Vikki una amante del yoga que pesaba unos 53 kilos. Ambos se conocieron por amigos en común y sin importar las apariencias se enamoraron, actualmente son marido y mujer.
Pero a pesar de que en un principio los kilos de más no eran importantes, llegó un momento que a Vikki y a Jon comenzó a molestarle. “De verdad que en un principio yo no noté su peso. Él pesaba unos 127 kilos cuando nos conocimos , pero yo sólo recuerdo lo divertido que era y lo mucho que me hacía reír”, dijo la joven al diario inglés.
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Y es que según The Mirror, todo comenzó a cambiar cuando se dio cuenta de lo peligroso que era para su salud, ya que comenzó a tener miedo de no vivir para ver crecer a sus hijos, Emma (9), Sophie (7) y Jenson (4). Es por eso que comenzó a reducir la grasa en su alimentación, logrando bajar en poco tiempo unos 31 kilos.
Después de esto, adaptó la dieta genoténica, la que consiste en una intervención terapéutica cuyo objetivo es generar una situación de cetosis similar a la del ayuno. Además, comenzó ir al gimnasio seis días a la semana, tomándose sólo los domingos libres.
Siguiendo con detalle cada uno de sus cambios, en cuanto a la comida y ejercicios, logró bajar unos 70 kilos en tan sólo un año y otro año más tarde y con mucho esfuerzo llegó hasta desarrollar músculos.
Actualmente, Jon pesa 89 kilos y tiene un índice de masas muscular muy saludable, su vida le cambió rotundamente. “Estoy realmente orgullosa de él, ha hecho un gran trabajo, aunque yo pensaba que el era sexy antes y ahora. Pero se nota la diferencia, ahora todas las mujeres lo miran más y coquetean con él”, finalizó su mujer entre risas.