Amanda Love tiene 39 años y asegura que su pasión es la “perfección plástica”, y es por eso que no hay momento en que no planee su próxima intervención quirúrgica. Ahora está pensando en su cuarta intervención en los senos.
Love ha gastado cerca más de 8,5 millones de pesos al año en varios tratamientos de belleza, incluidas inyecciones de botox, y relleno de colágeno en sus labios.
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“Cuando era más joven, acostumbraba a jugar con mis Barbies y pretendía ser una de ellas“, declara Amanda el medio inglés Metro.co.uk, y agrega: “Recuerdo estar viendo Guardianes de la bahía y fijarme en Pamela Anderson. Ella era mi ídola, quería ser como ella“.
La joven madre oriunda de Cumbernauld, Escocia, tiene cuatro hijos y su hija mayor asegura que incluso la han confundido con su hermana mayor.
Tegan, de 18 años, señala: “La gente nos confunde todo el tiempo, piensan que somos hermanas. Ellos creen que tenemos la misma edad. Incluso cuando estaba en el colegio la gente me decía ‘Guau, tu mamá luce como tu hermana’“.
A pesar de su apariencia de dominatrix, Amanda mantiene una vida tranquila y hogarena, le encanta pasar tiempo con sus hijos y dedicarse a sus extensas rutinas de belleza.
Se alisa el pelo una vez por semana, se arregla las uñas y tratamientos faciales cada quincena, que también incluyen pestañas y cejas. Y no pasa ningún minuto sin maquillaje.
Antes de comenzar con esta transformación, Amanda era una modelo en Escocia, pero lo dejó para seguir este deseo. “Era talla cero, no tenía nada senos”, indica. “Todas mis amigas en Los Ángeles tenía grandes senos y yo estaba muy celosa de no tenerlos…pero mi pareja en ese entonces no me dejaba, a él le gustaba mi aspecto natural“, agrega.
Luego de dar a luz a Tegan, Amanda volvió a casa y conoció a su esposo Paul, un modelo quien la apoyaba en todas sus decisiones de cirugía plástica.
Fue así como agrandó sus senos, pero no estaba conforme del todo. “Luego de la cirugía desperté y lloré mucho pero eran muy pequeños, estaba desilusionada. Quería senos grandes y esos no eran lo suficientemente grandes“, recuerda.
Teniendo ahora cuatro hijos, Amanda volvió al modelaje para reunir dinero para un cuarto trabajo en esa zona, y gracias a su perfil de Instagram, va en muy buen camino, asegura.
“Comencé a tomarme fotos en vestidos lindos y colgarlas en Instagram. Iba sumando más y más “me gusta”. Ahora recibo cartas de admiradores y tengo seguidores de todas partes del mundo. ¡Es loco¡“, confiesa.
Su hija Tegan, en tanto, no está muy feliz con las decisiones de su madre, pues indica que no cree que ella deba ‘hacerse algo’ y, más aún, piensa que antes era realmente hermosa. “Cada vez que se hace algo nuevo termino enojándome”, afirma.
Sin embargo, Amanda no tiene intención de detenerse. Luego de conseguir su próxima cirugía en los senos, pretende removerse algunas costillas para así conseguir una cintura más angosta.