Luego de su exitoso paso por el primer reality de la televisión chilena, Álvaro Ballero cosechó una fama a para la que ninguna persona común y corriente podría estar preparada. Amor y odio era lo que despertaba el primer chico reality de la pantalla chica.

En ese entonces el ex Protagonista de la Fama (PDLF) se paseó por todos los programas de Canal 13 de aquel tiempo, claro que su “particular” personaje cultivado al interior del reality, ya no caía tan bien, por lo que en varias ocasiones tuvo que lidiar con polémicas relacionadas a su “divismo”.

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No obstante, Ballero no se dejó intimidar y continuó con diversos proyectos en televisión, pese a haber cedido su premio como ganador de PDLF a Óscar Garcés, pues reconoció que no tenía verdadero talento para la actuación.

En ese cúmulo de decisiones que debió tomar Álvaro respecto a su fama y qué negocios hacer, aceptó realizar el polémico comercial de la compañía Telefónica, el que de alguna u otra forma lapidó la figura del rostro de Canal 13 obligándolo a reinventarse.

Frases como “Yo amo a Ballero” hicieron que aquellos que no “tragaban” a la joven estrella lo odiaran aún más, sobre todo cuando se especuló la cifra millonaria que supuestamente había recibido.

En ese entonces se habló de 100 millones de pesos, pero anoche en una nueva emisión del programa Reality.doc, fueron los propios ejecutivos de la empresa, que participaron de ese contrato, los que aclararon el monto, confirmando que fueron 35 millones de pesos los que recibió el community manager del extinto Master Chef.

Si bien la cifra dista bastante de la que se especulaba, no deja de ser un monto alto pues en ese entonces, más de una década atrás, cada peso valía mucho más que hoy.