La bella estrella de la telerrealidad estadounidense, Kim Kardashian, deslumbra con su embarazo a donde va. Recientemente, acaparó todas las miradas en una velada en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, gracias a un elegante vestido negro con transparencias.
Pero detrás de sus osados looks, se esconde la ansiedad por el complicado parto que se avecina. La estrela sufrió de “placenta accreta” cuando dio a luz a su primera hija, North West, motivo por el que debió soportar tres cirugías al útero.
Lee también: Kim Kardashian reveló la difícil condición que venció para embarazarse de nuevo
Esta condición es muy complicada, ya que ocurre cuando la placenta se adhiere de manera “demasiado profunda” a las paredes del útero, produciendo una peligrosa hemorragia. Debido a esto, debe ser removida quirúrgicamente y en muchos casos, se debe realizar una histerectomía (extirpación del útero).
A pesar de que tenía todas las probabilidades en contra, Kim logró embarazarse de nuevo, pero sabe que esta será la última oportunidad y que tras el nacimiento de su hijo, deberán remover su útero.
“Siento que cada problema médico que puedas tener, yo lo tengo y me preocupo mucho de eso. En este embarazo he estado un poco más ansiosa, sólo porque sé lo que viene y existen asuntos inevitables que atravesaré”, explicó en una entrevista a E! News. “Tú sabes, tendré un parto de algo riesgo y eso me da ansiedad”, agregó. Aún así, se mantiene fuerte en su último mes de embarazo.
“Tengo muchas esperanzas y creo que lo manejaré bien, pero cuando escribo posts en mi blog y cosas así sobre lo miserable que ha sido la experiencia… significa que ha sido mi experiencia y no voy a pretender que no la es”, señaló.
“Mis enormes pies hinchados no los encuentro divertidos ni atractivos. Pero también sé que estoy bendecida por poder llevar un hijo en mi vientre de nuevo, cuando creí que no sería posible. Tengo acceso a increíbles médicos que han sido una gran ayuda y espero que todo salga bien”, concluyó.
