El joven matrimonio está de vuelta en Chile tras un olvidable paso por Brasil, cuando Mark jugó en el Sport Recife de Brasil el año pasado.
A comienzos de año el jugador firmó por Colo-Colo durante un año y eso le permitirá reencontrarse con sus raíces y poder volver a ver a su mujer trabajar en lo que más ama: el baile.
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“Estuvo harto tiempo sin bailar y este es su regreso a las pistas. Estoy feliz por ella que está haciendo lo que más le gusta y qué mejor que en un programa de baile, con grandes personas como los hermanos Peralta, que son amigos nuestros“, declaró González a LUN.
Lejos de hablar sobre su incorporación al equipo albo, el futbolista prefiere concentrarse en esta nueva etapa de su esposa, admitiendo, de paso, que alguna vez le gustaría tener tanto desplante como ella.
“Ser bailarín es mi sueño frustrado. A ella la conocí bailando. Siempre la he apoyado en todos sus proyectos y mientras más baile y feliz se sienta realizando lo que más le gusta, yo también voy a estar feliz“, declaró orgulloso, y agregó: “Veo bailando a los Power Peralta, a Maura y uno mira, nomás. Me encantaría tirarme un paso como ellos, pero solo me da para ese típico paso para el ladito.
Además, reconoció que Rivera se ha dedicado varios años a ser mamá al cien por ciento, por lo que merecía tener su espacio y tiempo para bailar.
Pese a que él aseguró que el baile es su sueño frustrado, Maura admitió que nunca lo ha visto bailar mucho. “Le da vergüenza, pero sé que le encanta ese estilo de los Power Peralta. Me ha acompañado a shows, espectáculos, y ha conocido a mis amigos bailarines y se ha involucrado en el tema. Cada vez le gusta más“, señaló.