Muchos recordarán a la uruguaya Tamara Primus gracias a su paso por el exitoso espacio de TVN, Calle 7, otros tantos por su bullada y compleja relación con el actor cubano-chileno Juan Falcón, quien la transformó, de manera indirecta, en una de las figuras centrales de la farándula criolla en 2009.
Después del difícil quiebre de la relación con el hombre que diera vida al ‘Vitoco’ , en El Camionero, y su paso por diversos espacios de la televisión local, la modelo decidió partir de vuelta a su país y comenzar una nueva vida. Sin embargo, varios años después, la bella ex participante del reality Mundos Opuestos 2, regresa.
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“Era una modelo piola y en 2009 se hizo pública mi relación con Juan Falcón, dejé de ser una modelo de perfil bajo. Terminamos muy mal con él y entré a Calle 7. En 2011 me fui a trabajar a Zona Latina. Después, en 2013, entré al reality Mundos opuestos 2 (Canal 13), salí y volví a Calle 7. Volví a Uruguay ese mismo año, muy triste, a la casa de mis padres“, recordó sobre sus años en Chile, que sumarán nuevas historias a partir de la primera semana de mayo, cuando retome su carrera de modelo y sea parte de una campaña de lencería en nuestro país.
“Es una campaña que marca mi vuelta a Chile y al modelaje. Tenía ganas de hacerlo y para eso voy a hacer unas fotos muy bonitas con una agencia. Me tiene entusiasmada la vuelta, es un país que adoro. Igual no me voy a quedar: me moveré entre Santiago y Uruguay. Creo que estoy mejor que antes. Me teñí rubia y me cuido bastante. Ahí juzgarán si a los 30 puedo trabajar de modelo todavía”, relata la modelo.
Tal como dice Tamara, no se vendrá definitivamente a Chile, pues hay algunas cosas que la atan a su país, tanto en lo laboral como en lo personal.
“Cuando llegué a Uruguay tomé mi tiempo para reponerme. Lo pasé mal porque en un libro del (opinólogo) argentino Luis Ventura aparecía involucrada en una red de prostitución. En el momento me bloqueé, no supe qué responder y me cobijé en la casa de mis padres. Me rearmé y, ayudada por mi papá, entré a estudiar un curso de informática semi presencial en la Academia Bios de acá. Me transformé en una computín”, recuerda Primus que además creó una empresa, llamada Ongoing, que ayuda a la gente a realizar las facturas electrónicas, que asegura “ha andado bien”.
Pero quizá el motivo más importante para no venirse, de momento, con camas y petacas a Chile es Ignacio Abelenda, un corredor de autos de 30 años que parece haberle robado el corazón por completo, al punto de que ya hablan de matrimonio.
“Es la relación más estable que he tenido”, reflexiona Primus. Tan estable que ya estamos comprometidos. Hay anillos, pero todavía no tenemos fecha para el matrimonio. Por ahora estamos en la etapa de formar la casa (…) Después de terminar con Juan (Falcon), que fue una de las cosas más dolorosas que me ha tocado vivir, me costó tener pareja. Conocí a alguien al tiempo de llegar a Uruguay, pero no resultó. Ahora me resultó y estamos felices”, concluye la uruguaya a la que veremos muy pronto de vuelta en nuestro país.