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Desafío extremo en El Internado: participantes se llenaron el cuerpo de abejas por un beneficio

Desafío extremo en El Internado: participantes se llenaron el cuerpo de abejas por un beneficio
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Una jornada de valentía en El Internado: Joaquín Méndez sorprendió a los participantes con el desafío de las abejas, ofreciendo 10 minutos extra de ayuda a cambio de 5 minutos cubiertos por miles de insectos. Carla Ochoa del equipo rojo y Luis Sandoval del verde demostraron coraje al enfrentar la prueba. A pesar de algunas picaduras, ambos resistieron y obtuvieron el beneficio prometido, en lo que fue catalogado como uno de los desafíos más extremos del reality culinario de Mega.
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Una jornada marcada por la tensión y la valentía se vivió en el más reciente capítulo de El Internado, el reality culinario de Mega, cuando Joaquín Méndez sorprendió a los participantes con un desafío con abejas que puso a prueba su resistencia física y mental.

Hasta la casona llegaron apicultores para enseñarles a los famosos cómo se produce la miel. Sin embargo, la clase se transformó en una prueba extrema: “El desafío de la abeja reina”.

Quienes aceptaran cubrir su cuerpo de miles de abejas durante 5 minutos obtendrían 10 minutos adicionales de ayuda para su equipo en la próxima competencia.

Carla Ochoa y Luis Sandoval enfrentaron el desafío de las abejas en El Internado

La primera en dar un paso al frente fue Carla Ochoa, representante del equipo rojo, quien no dudó en enfrentar el reto.

Cerca de 10 mil abejas se posaron sobre su cuerpo, mientras sus compañeros miraban atónitos. “Fue una experiencia única e inolvidable”, expresó la modelo tras completar la arriesgada tarea.

“Me dieron ganas de bailar con el zumbido de las abejas. Una vibración demasiado linda. Me encantó, fue maravilloso“, dijo con plena calma mientras tenía a los insectos encima.

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Luego fue el turno de Luis Sandoval, del equipo verde, quien demostró su determinación antes de comenzar.

Yo no soy gallina, vine a competir y demostrarles de verdad que tengo la fuerza de salir adelante”, comentó antes de cubrirse con el enjambre.

Pese a sufrir algunas picaduras en el cuello y en el hombro, Sandoval resistió hasta el final: “Me picaron en el hombro y en la cara, pero había que aguantar”, reconoció con humor.

Tras el desafío, Joaquín Méndez destacó la valentía de ambos y les otorgó el beneficio prometido, calificando la prueba como una de las más extremas hasta ahora en El Internado.