Fue hace 10 años que se vivió uno de los días más complejos en relación a fenómenos naturales en Chile. Fue un 27 de febrero de 2010 que el país se vio arrasado por un terremoto que afectó a varias regiones del país.
Una de las más afectadas fue la del Bío Bío, que vio cómo los efectos del sismo de 8.8 afectó a varias localidades, como Talcahuano. La ciudad portuaria además de sufrir con el movimiento telúrico, también fue dañada por el poder el tsunami que arrasó con las principales calles.
Todo el puerto, el centro, la plaza, y parte de la base naval, quedaron en ruinas producto de las olas que azotaron la comuna. Las impactantes imágenes de aquel día, dan cuenta del poder destructivo del fenónemo.
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En este contexto, distintos vecinos de Talcahuano dieron sus relatos a la Municipalidad de la comuna, para contar sus experiencias respecto a lo ocurrido aquella fatídica noche. Lidian Bastidas, dirigenta social de la Caleta Tumbes, fue una de ellas.
“Fui una de las últimas en acostarme en mi casa, y de repente despierto por un ruido muy fuerte. Llegamos a la puerta de la casa, y pensé que ya desapareceríamos. Toda esa noche esperando que llegaran más vecinos, hasta la madrugada que bajaron a la playa. Ellos nos dijeron: ‘No hay nada en el borde costero'”, partió recordando esta mujer.
Recordemos que esta zona fue azotada por el tsunami, por lo que varias casas fueron destruidas: “Que te digan que no tienes nada, que solo tienes lo que tienes puesto, fue terrible”.
El sector de Santa Clara en El Morro también se vio afectada, y una vecina del lugar, Ana Véliz, lo recuerda con mucho dolor.
“Cuando empezó todo esto arrancamos. Cuando llegamos a la orilla del cerro, habían muchos coches botados, porque la gente subía al cerro (…) mi nieto me pedía yogur, y justo pasó una familia y nos regaló. Me da nostalgia y pena recordar esto, porque pasamos muchas cosas”, expresó la mujer.
“Esa noche fue un caos. Teníamos la experiencia que había que arrancar al cerro, y pasamos toda la noche ahí. Fue en eso que pasó el maremoto. Le expliqué a mi gente lo que estaba pasando, y que iban a pasar unos cinco días antes de que llegara alguna ayuda (…) lo más fuerte fue la destrucción de mi casa, de un rato quedamos de brazos cruzados”, recordó por otro lado Alfonso Ortega, dirigente vecinal de El Morro.
Junto con este relato, es impactante ver el cambio de lo ocurrido en Talcahuano, sobre todo al compararlas con algunas tomadas hace solo algunas semanas en los mismos lugares donde solo hubo destrucción hace una década.