Antonia Giesen es dueña de una meteórica carrera en la actuación tanto en televisión como en cine, desde que debutó el 2016 en la primera nocturna de Mega Sres. Papis.
En estos cuatro años, la psicóloga y actriz logró trabajar en al menos cuatro teleseries, sumarse a dos proyectos de cine como Ema (2019) de Pablo Larraín y El Hombre del Futuro (2019) de Felipe Ríos, su primer protagónico en la pantalla grande.
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Actualmente podemos verla en dos series de la productora Fábula, El Presidente y La Jauría, esta última estrenada este viernes y donde ella es la pieza clave de la trama.
Claro que hace un año, Antonia vive en Berlín (Alemania) junto a su pareja, el bailarín Domingo del Sante, y su hijo de 10 años, Mateo.
En ese entonces contó que querían tener la experiencia de vivir afuera, “salir de nuestra zona de confort y criar a nuestro hijo de una manera diferente”.
“Nos vamos con ahorros a vivir la vida, pero muy anclada con Chile, dispuesta a volver si se presentan proyectos. Da un poco de miedo, pero creo que todas las experiencias suman”, señaló Giesen.
Desde ese país, Antonia conversó con LUN para referirse a La Jauría y a su vida en Berlín.
“Es una serie que toma distintas temáticas de la realidad. No está basada en el caso español ‘La Manada’ como muchos se imaginan, sino que configuran muchas líneas como el movimiento feminista, la juventud en estos tiempos, el abuso y las redes sociales“, dijo la actriz.
“Poner temas así en un producto audiovisual en una ficción con elementos de la realidad es necesario“, agregó.
En esa línea, Giesen indicó que “a nivel de intérprete es complejo, mueve cosas a nivel inconsciente“.
Vida en Berlín
Como los proyectos no paran para Antonia, en octubre pasado viajó a Chile para grabar Inés del alma mía, también para Amazon, y luego volvió a Alemania. “Fue difícil dejar Chile pero ya estaba extrañando a mi familia y mi casa (…) Estoy muy bien acá“.
Respecto a cómo ha sido su experiencia en tierras europeas durante este primer año, confesó que “es un gran proyecto irse a vivir a otro lugar, implica tantas cosas. Es una fractura al ego importante porque uno no entiende nada por el idioma. Tienes que sobrevivir”.
De hecho, definió como grandes aciertos del día, tomar una micro o aprender una palabra. “Las expectativas bajan. Llegué en un momento donde Berlín era una ciudad súper oscura, a las 4 de la tarde en invierno ya no había luz y eso era fuerte en términos anímicos. Con la llegada de la primavera eso cambió“, detalló.
La actriz también indicó que aun no está intentando aprender alemán, porque está enfocada primero en mejorar su inglés. “Berlín es una ciudad tan cosmopolita que hay gente que ha sobrevivido aquí por años solo hablando inglés y el mío es muy precario. Ese ha sido mi foco ahora”, expresó.
“Realmente me proyecto aquí teniendo trabajo y siguiendo conectada con proyectos en Chile. El día de mañana quiero saber alemán, pero primero el inglés porque es sumamente necesario también para mi carrera poder actuar en ese idioma“, afirmó.
Y aunque reconoció que a veces la invade una sensación de estar atrapada por el lenguaje, también ha vivido muchas cosas gratas, así que no queda más que tener paciencia y “tiempo al tiempo”, cerró.