Después de 20 años radicados en Miami, Cristián de la Fuente y Angélica Castro decidieron cumplir el deseo de su hija y venirse a vivir a Chile. El año pasado estrenaron por TV+ el programa Con amigos en casa, donde conversaban vía digital con distintos invitados.
Estas últimas dos semanas, sin embargo, el actor confiesa estar muy enfocado en la actividad física, pues tiene como objetivo participar en el Ironman de Pucón el próximo año, tras haber competido en 2019 en ese mismo evento.
“Ahora hago triatlón: bicicleta, trote y nado. También juego tenis, practico esquí acuático y soy piloto de acrobacia en un avión extra 300, como oficial de reserva de la Fuerza Aérea”, comentó en conversación con Las Últimas Noticias, reconociendo que el deporte siempre ha sido parte de su vida.
Su compañera incondicional
En este arduo entrenamiento, De la Fuente no está solo, ya que reconoció que su hija Laura lo acompaña cada madrugada con exigentes rutinas. “Estoy muy orgulloso de Lau. Entrenamos a las 7:30 horas con sueño, sin sueño, con frío, con calor, a veces con cansancio, pero sin excusas”, redactó en su cuenta de Instagram.
Esta actitud, según él, es una filosofía deportiva que aplican para no decaer. “Cuando yo no tengo ganas, entreno igual. Si me puse un desafío para entrenar cierto número de días a la semana, lo voy a cumplir, porque lo más importante es lograrlo y no decepcionarte a ti mismo”, explicó.
La joven de 16 años, por su parte, es tan aficionada al deporte como su padre. Es fanática del fútbol (juega como defensa) y también practica esquí acuático en el lago Vichuquén.
En su entrevista con LUN, Cristián de la Fuente aseguró que Laura se ha fortalecido mucho con esta rutina compartida. “Tenemos un espacio propio que es solo nuestro. Y ella tiene muchas aptitudes deportivas”, explicó.
“No competimos, pero me encantaría que me ganara siempre en todo, porque eso significaría que hice bien mi trabajo de padre. La idea es que los hijos sean mejores que nosotros. Si competimos, vamos a estar enfocados en ganarles y no en que ellos nos ganen. La educación no tiene competencia”, concluyó.