“Cumplí un sueño”, decía Martina Yáñez tras coronarse como la gran ganadora de Talento Rojo el pasado sábado. La joven de 13 años obtuvo un 40.4% de las preferencias del público, resultado que la tomó por sorpresa.
Lo anterior, ya que “no soy una persona muy conocida en redes sociales”, afirmó la adolescente, quien destacó el apoyo y campaña que inició su familia para que pudiera quedarse con el primer lugar del espacio de talentos de TVN.
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¿Cómo fue su experiencia? “Inolvidable, porque conocí gente muy bonita y talentosa, que me apoyó y me ayudó en muchas cosas”, cuenta la intérprete a Página 7.
Asimismo, afirmó que conocer a Luis Jara, Catherine Fulop y Nicole, jurados del programa, “fue muy bonito, porque siempre opinaron muy bien cada vez que me presenté”.
También detalló que Nicole se acercó a ella en la final para entregarle un alentador mensaje: “Me dijo que siguiera en la música y que no dejara mis estudios”, señaló la estudiante de séptimo básico, en el colegio Bosque de Alerce, en Puerto Montt.
Pero no todo fue color de rosa durante las instancias finales, ya que Yáñez confesó que debió sortear un complicado problema de salud.
“El momento más difícil para mí fue en la semifinal, porque estuve muy resfriada, con bronquitis. Entonces no sabía si iba a poder pasar (a la final) o no”, sostuvo.
Martina Yáñez y una familia ligada a la música
Martina lleva su talento en los genes, ya que su familia también está ligada a la música: su papá y sus tíos también cantan en la banda La otra fe. En tanto, su abuela paterna era intérprete de flamenco.
“Desde los tres años que me apasiona la música”, dice Martina, asegurando que su gran anhelo es “que mi música sea escuchada en todo el mundo”.
Por último, la joven puertomontina reveló en qué va a gastar los 5 millones de pesos que obtuvo por haber ganado Talento Rojo.
“El premio lo quiero utilizar para decorar mi pieza y tomar clases de canto. También guardar para mis estudios a futuro“, explicó.
Pero no es lo único: “Como me voy a cambiar de casa, (comprar) muebles, los clósets, las camas, ese tipo de cosas. También me gustaría más adelante, cambiarme a un piano o un ukelele más profesional, porque tengo unos, pero no son de muy buena calidad”, sentenció.
