Fue hace 22 años cuando Taylor Momsen encarnó a la dulce “Cindy Lou Quien”, en la recordada cinta navideña protagonizada por Jim Carrey, El Ginch.
Aquel papel que la lanzó a la fama a los 7 años, era fundamental para sensibilizar al verde y peludo antagonista.
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Tras su aplaudido desempeño en El Grich, Taylor Momsen siguió muy ligada al mundo de la actuación, a pesar de que no se considera actriz.
“Tampoco lo llamaría pasión. Era algo que siempre hacía. No sabía hacer nada diferente”, dijo en una reciente entrevista con la revista Elle.
Recordemos que Momsem formó parte del elenco de producciones como Saving Shiloh, Paranoid Park y Gossip Girl.
En esa última producción, la actriz alcanzó gran reconocimiento por su personaje de Jenny Humphrey, siendo nominada a un par de importantes premios en categorías juveniles, entre los años 2007 y 2012.
Sin embargo, su verdadera pasión estaba realmente ligada a la música. “Era algo que siempre hacía, solo que detrás de escena”, sostuvo en la entrevista.
“Siempre estaba escribiendo canciones, tocando instrumentos y cantando. Simplemente, lo necesitaba“, reflexionó, destacando que en ese mundo “no hay director ni fuerzas externas. Soy todo yo”.
De ese modo, durante la última década, Taylor Momsen encabezó una banda de rock alternativo, cuyo último lanzamiento, Death by Rock and Roll, fue en febrero de 2021.
La gran pena de Taylor Momsen
Lamentablemente, en 2017 y 2018, la artista sufrió el fallecimiento de dos de las personas más importantes de su vida: Chris Cornell de la banda Soundgarden, y su productor y mejor amigo Kato Khandwala.
Lo anterior provocó que Taylor se sumergiera en una depresión. “No podía levantarme del sofá. No quería hacer nada“, declaró en 2021, según recoge la revista electrónica Bustle.
“Me volví a la música, tratando de reconstruirme como lo haces después de cualquier tipo de trauma”, reflexionó.
Finalmente, expresó que sus cacniones fueron su terapia. Si bien todavía está en proceso de curación, fue un “gran paso adelante”.