María Eugenia Larraín fue una de las dos invitadas que tuvo El purgatorio la noche de este jueves.
En la instancia, ‘Kenita’ le respondió a Daniella Campos, quien en la edición pasada del programa la trató de “mosquita muerta”, además de apuntar a una supuesta infidelidad de la numeróloga como motivo del quiebre con Iván Zamorano.
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“Confío en que Daniella tiene recursos y luz propia para buscar algo que le guste, que la haga feliz, y no estar descalificando al resto e inventando cosas”, inició.
Tras ello, Ignacio Gutiérrez le preguntó directamente por qué había terminado con Zamorano. “¿Fue una infidelidad tuya?”, consultó.
Ante eso, María Eugenia contó su verdad. “No hay infidelidad de ninguno de los dos. Veníamos un tiempo antes mal, estábamos súper mal”, recalcó.
“Cuando se acercaba la fecha del matrimonio hubo momentos complejos, terminamos muchas veces y volvíamos. Llegó un momento que no dio para más”, agregó.
“Peleamos un día sábado, una semana antes del matrimonio, y los dos decidimos terminar la relación. No me sentía amada, sentí que no me querían, no sentía que me estaban tratando bien”, continuó.
La modelo detalló que hubo “peleas muy fuertes” y no descartó episodios de violencia. “Me amaba muy poco, lo que significó permitir cosas que no debí haber permitido”, indicó.
Minutos después, añadió: “Me sentía un ser humano inferior a él (…) Hoy tengo una hija, y no me gustaría por nada del mundo que pasara por todas las situaciones que pasé, físicas y psicológicas de maltrato, y las callara”.