La infancia de Aly Stosz no fue nada fácil, cuando tenía apenas 12 años ya medía más de un metro con 90 centímetros, eso hizo que sus compañeros la llamaran Godzilla, entre otros ofensivos sobrenombres, pero hoy ella utiliza esos sufrimientos del pasado para inspirar a otros a superar las diferencias y aceptar con alegría sus cuerpos.

La pequeña Aly era calificada como un monstruo por sus ‘amigos’, que siempre se vieron ‘enanos’ junto a ella y eso la llevó a muchos años de ansiedad, angustia, incomodidad y dolor.

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Fue cuando tenía poco menos de 20 años que su vida comenzó a cambiar y empezó a aceptar y apreciar su altura y su cuerpo. En ese entonces la joven neoyorquina comenzó a ganar dinero posando como ‘modelo amazona’ cargando a hombres más pequeños que ella en sus brazos. Así comenzó su carrera como modelo de fotografías fetichistas.

La mujer de 27 años y una estatura de 2,12 metros, tuvo una buena carrera en ese extraño mundo , pero tras una grave lesión de tobillo, tras caer cargando a un hombre de 90 kilos, decidió dejar la actividad.

“Estaba cargando a este tipo y estaba usando tacones y era muy inestables, me resbalé y me quebré el tobillo, fue grave. Decidí que ese era el momento de dejarlo. Hice buena plata y tuve experiencias muy interesantes, pero sobre el fin no era satisfactorio creativamente, se hizo aburrido, era siempre lo mismo”, contó Aly a Daily Mirror.

Luego de dejar el mundo de las fotografías de fetiche Aly optó por el arte y hoy se desempeña en esta actividad, donde su cuerpo la ayuda y mucho.

“Amo muchas cosas sobre ser así de alta. Soy fuerte y puedo levantar cosas pesadas o llegar a lugares a los que nadie más llega. Pienso mucho en cómo ocupo los espacios, cómo me muevo en los espacios y eso me ayuda en mi trabajo como artista”, comentó la muchacha según consignó Daily Mail.

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Su altura además le permitió enamorar a su entrenador personal, Sean Webb, que mide 1.95 metros, es decir más de 15 centímetros menos que ella.

“Llamamos mucho la atención cuando paseamos, pero es atención positiva desde mi perspectiva. Amo estar con ella por la persona que es. Su altura es una cosa maravillosa y eso es atractivo para mí. Pero conocerla de verdad es algo completamente distinto y eso es mucho más grande que su tamaño”, asegura el enamorado novio.

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🆙💋

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Pero también hay un lado terrible de ser alta y que va más allá de las posibles bromas.

“Cuando voy a comprar es una pesadilla. Uso talla 16 de zapatos. Si voy a alguna tienda de outlet hay zapatillas grandes que son de estilos muy raros. Los vestidos son geniales eso sí, porque puedo usarlos como camisetas. Los pantalones los tengo que mandar a pedir especialmente. Si encuentro en alguna tienda un pantalón lo suficientemente largo, de verdad es como un milagro”, asegura la espigada mujer.

Pero más allá de las dificultades Aly invita a las mujeres a aceptar sus cuerpos y crear conciencia de las diferencias que nos unen como seres humanos.

“Nunca conocí a una chica tan alta como yo, pero sé que hay más allá afuera, simplemente aún no me las he encontrado. No importa qué, a cualquier lugar que vaya, sobresalgo y me siento bendecida por eso. Les digo a esas mujeres que no tienen confianza a su apariencia que no le den importancia a lo que piensen otras personas. Tu valor no se basa en tu apariencia. No dejes que ese sentimiento de no sentirte lo ‘suficientemente hermosa’ te afecte, porque sencillamente no es verdad”, afirma la bella ‘gigante’ que se abre camino en un mundo donde todo parece un poco más pequeño que ella.

Dad + Mom

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