Pensaba que simplemente le dolía la cabeza producto de la ronda final de exámenes en la universidad, que el estudio y el estrés le habían pasado la cuenta, pero en realidad estaba atravesando por un cuadro infeccioso que pudo quitarle la vida.

Es parte de la historia de Phoebee Bambury, una joven de 19 años de Stoke-on-Trent, Staffordshire, Inglaterra, quien pasó más de dos semanas en el hospital tras contraer síndrome del choque tóxico, un trastorno poco frecuente provocado por una toxina bacteriana.

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Había terminado recién sus exámenes y era esa parte del año donde ‘todos se sienten enfermos’ por lo que Phoebee no le dio demasiada importancia a los síntomas, aunque en realidad se sentía pésimo, con vómitos y muy débil. Así que para ‘sacudirse de la enfermedad’, regresó a casa de sus padres para celebrar en un restaurante el cumpleaños de su abuelo, su padrastro y su novio, que comparten fecha.

Pero cuando la fiesta estaba terminado su temperatura estaba en las nubes y la fiebre prácticamente la tumbó y durante la noche su condición empeoró y al despertar se dio cuenta de que algo estaba muy mal.

“Tiritaba de manera incontrolable. Todos mis músculos me dolían, me sentía horrible. Los síntomas se me hicieron familiares y sentí que sabía a qué sonaba, así que tomé una caja de tampones y leí todo sobre el síndrome de choque tóxico. Todo calzaba”, recuerda la muchacha que vio la muerte de cerca.

“Estaba asustada, mi novio dijo que probablemente era algún bicho, un virus, pero no me quería arriesgar. Un amigo de mi madre murió por un shock tóxico y también la sobrina de la novia de papá. No los conocí personalmente pero ya había oído historias sobre lo grave que podía ser”, agregó Phoebee que rápidamente con ayuda de sus abuelos se fue hasta el Hospital De la Universidad Real de Stoke, según consignó Mirror.

Durante semanas, Phoebee había estado sufriendo un sangrado menstrual abundante, lo que preocupó a los doctores que pensaron que eso podía ser la causa de sus síntomas, pero las exploraciones descartaron cualquier problema ginecológico y entonces la diagnosticaron con el síndrome de choque tóxico y le dieron una gran cantidad de antibióticos y analgésicos.

Sin embargo, su cuerpo continuó reaccionando a la infección, causando días de vómitos, fiebres e hinchazón extrema, tanto que subió 5 kilos debido a la acumulación de fluidos.

Después de 12 días en el hospital, fue dada de alta, sana y salva. Hoy a pesar de su calvario, se alegra de haber reaccionado a tiempo.

Los médicos creen que su cuerpo reaccionó a los tampones producto del sangrado intenso, lo que provocó la infección, que pudo provocar su muerte.

“Podría haber sido mucho peor. La gente pierde extremidades o incluso muere. Al menos conecté los puntos y reconocí los síntomas, porque mucha gente piensa que es sólo un resfriado realmente malo”, explicó la joven, que asegura que siempre se preocupó de usar los tampones correctos, por el tiempo recomendado y de la manera aconsejada, pero que de todas formas ocurrió.

“El mejor consejo sería no utilizar tampones en absoluto, pero sé que para muchas personas no es una opción. Es importante tomar conciencia de los síntomas y si los percibes, ir directamente al hospital. Siempre es mejor prevenir que curar. Incluso si se trata de un virus, es que los médicos lo compruebe para que no termines, por ejemplo, con una falla multisistémica”, aconsejó la estudiante de farmacología que vio la vida pasar frente a sus ojos a causa de un tampón.

Mira a continuación un caso similar recreado por televisión Española, aunque en este incidente fue por no cambiarse el tampón en el tiempo adecuado, una de las principales causas de este síndrome.