La teleserie de la tarde de Mega, Verdades Ocultas, ha impactado con sus últimos capítulos, en los que se ha vivido alta tensión.
Los episodios han estado marcados por la venganza de Leonardo (Carlos Díaz), quien se llevó con él a Amelia (Javiera Días de Valdés) y a Tomasito.
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En este contexto las escenas que más han provocado críticas en redes sociales y han molestado a los televidentes son aquellas en las que ha estado presente el bebé, quien ha sido expuesto a violentos momentos.
Por nombrar sólo algunos, que se han registrado en los últimos episodios: el momento en que Amelia lanza por la escalera a Rocío (Camila Hirane); la escena en que Leonardo amenaza con un arma al personaje de Javiera Díaz de Valdés, quien está con el pequeño; cuando el malvado personaje de Díaz mete al pequeño a un bolso y la escena de la muerte de Ricardo, donde Amelia estaba con el bebé en brazos mientras gritaba y lloraba por lo que había sucedido.
Estas situaciones, junto a otras que se han registrado a lo largo del drama han provocado la molestia de los televidentes, quienes han cuestionado constantemente que el bebé sea expuesto a esto, ya que podría provocarle algún tipo de trauma.
Tras lo anterior surge la pregunta: ¿Estar expuesto a esto puede afectar a un pequeño que bordea los dos años de edad?
La interrogante fue respondida por Guillermina Guzmán, Psicóloga de la Universidad del Pacífico, quien aseguró que los niños sí se ven afectados al estar expuestos a este tipo de situaciones, ya que son como esponja y absorben todo, por lo que pueden replicar este tipo de comportamientos violentos.
“Todo lo que es violencia, ver monitos animados, películas, todo lo que es un acto violento que se está repitiendo es nocivo para la salud de un niño. Nosotros vamos aprendiendo porque repetimos lo que vemos“, manifestó la especialista.
Agregó que: “Es nocivo para su inteligencia emocional, para todo lo que es el aprendizaje a través de las sensaciones, por los sentidos. Exponer a un niño es empezar a normalizarlo con la violencia… y después no queremos adolescentes agresivos”.
Sin embargo, la profesional hace énfasis en las actitudes que se ven en pantalla del pequeño, las que aseguró la hacen pensar que alguien lo distrae para que no esté atento a las escenas violentas.
“Los ojos del niño no siempre van hacia lo que está sucediendo, entonces sospecho que lo distraen. Está en otra”, señaló.
“El niño no muestra mayor reacción facial y eso se podría deber a que las personas que estén grabando la escena le estén mostrando otras cosas, porque los niños ante cualquier movimiento reaccionan”, finalizó.