La práctica que comenzó en Estados Unidos se ha extendido hacia otros países, y las autoridades se han mostrado contrarias a esta “moda” que puede traer consigo graves problemas de salud.
La “gracia” de esta tipo de tatuajes es que lo blanco del ojo puede teñirse de cualquier color que a uno se le ocurra, gracias a unas inyecciones de tinta que se aplican entre la membrana esclerótica y la conjuntiva. Así el pigmento queda entre ambas capas y se extiende por todo el ojo.
Tal ha sido el revuelo que ha provocado, que en uno de los países donde la tendencia cobra más fuerza, Singapur, las autoridades han encendido las alarmas para advertir a quienes estén pensando en sumarse a la moda.
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Según el profesor Donald Tan, del Centro Nacional de Ojos de ese país, las consecuencias de este tratamiento pueden irrevesibles. “Nuestra postura es totalmente contraria a esta práctica, ya que la esclerótica puede ser un foco de infección, especialmente tras varias inyecciones. Y estas infecciones pueden provocar la ceguera, señala el experto al medio español ABC.es
El precursor de esta insólita técnica es el artista norteamericano Luna Cobra, que comenzó con esta práctica en 2007 para imitar a los personajes de la película de ciencia ficción Dune, y gracias a la formación médica de sus padres ha podido llevar a cabo con éxito este procedimiento en países como Gran Bretaña, Australia y Estados Unidos.
Algunos de las complicacione que puede enfrentar alguien que se someta a este tipo de tatuajes, además de la ceguera, son: dolores de cabeza, sensibilidad a la luz, úlceras, alergias e infecciones. Sin considerar, el factor social, específicamente la discriminación, a la hora de buscar trabajo, por ejemplo.
“Nunca vas a poder quitártelo; por eso, a menos que tengas un trabajo en el que acepten ese aspecto, es mejor no hacerlo, comenta Cobra.
El procedimiento no dura más de un minuto, pero se requiere de al menos una hora para limpiar el ojo y observar si hay complicaciones. Luego se pincha con una aguja y se inyecta el tinte. Durante los días posteriores los ojos se hinchan y se irritan pero al cabo de dos o tres semanas los síntomas desaparecerían. El valor supera los 600 mil pesos chilenos.
