Preocupados se encuentra los habitantes de la localidad de Punitaqui, Región de Coquimbo, tras ser testigos de un insólito nacimiento: una cabra con ocho patas y cuatro orejas deformes, que al poco rato murió. Si bien podría tratarse de un problema congénito o genético, en la zona es visto como un mal presagio.
El dueño del animal que parió es Arnoldo Bórquez, quien en sus 69 años nunca había visto algo así. “La cabra parió un cabrito como a la hora de almuerzo y me fijé como que le quedaba por parir otro animalito, pero pasó el rato y dejé de hacerle caso. Pasaron las horas y llegó la noche, y me acuerdo de la cabra y la fui a ver”, relató el hombre al diario.
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“Allí me di cuenta que aún no podía parir así que la llevé a un pesebre y le saqué el cabrito”, agregó. No se dio cuenta de la sorpresa hasta que llegó su esposa con una linterna: “vimos que el cabrito estaba vivo y tenía 8 patas. Duró por lo menos una hora y media vivo, quizás si le hubiésemos dado de mamar habría vivido un poco más”, señaló.
El yerno de Bórquez, Carlos Valdivia, también reaccionó con sorpresa: “este animalito parecía un pulpo con tantas patas que tenía y el pobrecito murió a los pocos minutos de haber nacido”, dijo.
Según el diario local El Ovallino, la última vez que se vio a un animal con estos problemas fue semanas antes del terremoto 7.1 grados Richter que afectó a esta región en 1997. “A veces estos hechos tan extraños son presagios de desastres naturales de mayor magnitud”, declaró Ismael Salas, un agricultor de la comuna.
Pero no se preocupen, porque el diario contactó a un veterinario, Patricio Roco, quien les explicó que se trataba de una malformación congénita: “lo que ocurrió es algo no muy frecuente y se debe a los defectos de formación que se generan en el momento en que se gesta un embrión de un animal o un ser humano. Se trata de un teratógeno”, detalló.
Aparentemente, el animal se trataba de dos cabras mellizas que se habrían fusionado al momento de la gestación, generando este pobre animal no apto para la vida.