Si estás leyendo esta nota, es porque te pasaste de la mano con los vasos de terremoto y acabas de recordar por qué no te gustaba tomar vino barato. Pero no es necesario que grites “nunca más” ni que te sientas tonto: la resaca ha acosado a la humanidad desde hace milenios, teniéndose el primer registro en el Antiguo Egipto.
Esta señal de alerta de tu cuerpo, indica que algo malo le hiciste a tu metabolismo; mientras intentas pensar si fue el medio litro de vodka o echarle jugo en polvo a tu trago, te traemos este interesante listado del portal científico Live Science para que aprendas un poco más de ese impresionante y nauseabundo dolor de cabeza.
1.- Fumar lo empeora
Si estabas buscando una razón para dejar el cigarro, esta podría ayudar: investigadores descubrieron que aquellos universitarios que fumaban y bebían al mismo tiempo tenían una resaca más severa al día siguiente.
Según un estudio publicado en 2005 en la revista “Dependencia del Alcohol y las Drogas”, fumar llevaría a que las personas tomaran más. Otra tesis que se maneja es que los químicos del cigarro pueden incrementar los efectos de tu trago.
2.- Son costosas para la economía
La razón por la que las botillerías sólo pueden vender a ciertas horas, es porque a principios del siglo XX nuestra fuerza laboral casi se fue a pique por el profundo alcoholismo de los trabajadores, especialmente en el rubro de la minería.
No somos el único país al que le preocupa el tema: en Estados Unidos se realizó un estudio que destapó que la resaca le costaba 148 billones de dólares al año a la economía (23 mil veces el precio del Estadio de Brasilia), con un gasto promedio de 2 mil dólares por trabajador (poco más de un millón de pesos chilenos).
Esto ocurre porque en bebedores regulares baja el rendimiento en el trabajo y aumentan las inasistencias y accidentes; mientras que en casos más severos, se empiezan a dar problemas cognitivos, de memoria y una lenta reacción.
3.- Los licores oscuros son peores
Si te tomaste apenas dos vasos de ponche y terminaste con dolor de cabeza igual, este podría ser el motivo: tragos de color más oscuro como el vino rojo y el ron producen las peores cañas, ya que contienen altos índices de un componente llamado “congénero”.
Al beberlo, nuestro cuerpo lo metaboliza como formaldehído, el mismo líquido que se utiliza en la ciencia para conservar cadáveres. Así lo demostró un estudio que comparó a bebedores de bourbone y vodka.
4.- La genética cuenta
Hay cuerpos que son más eficientes descomponiendo el alcohol, mientras que otros colapsan al primer vaso. Por ejemplo, los asiáticos tienen muy bajos niveles de una enzima llamada aldehído deshidrogenasa, por lo que se embriagan y tienen peores resacas con menores cantidades de alcohol.
5.- Comer proteínas podría ayudar
Podría ser un buen plan preventivo, ya que éstas tardan mucho en digerirse, lo cual retrasaría la absorción del alcohol en el intestino delgado. Así que si no quieres pasar toda la mañana siguiente sufriendo, podrías comer un pan con queso, nueces o un bistec antes de salir de copas.
6.- Las burbujas no ayudan
Si eres de los que aman la cerveza o la champaña, debes saber que su gas podría embriagarte más: esto ocurre porque las burbujas provocan que el píloro (la válvula que separa el estómago del duodeno) se abra, permitiendo que todo lo que tomaste se absorba más rápido en el intestino. Lo mismo ocurre con las bebidas gaseosas, por lo que si vas a tomar fuerte sírvelo sólo con agua o hielo.
7.- Tu cerebro se deshidrata
¿Sabes lo que significa ese inmenso dolor de cabeza? Se trata del etanol deshidratando tu cerebro.
Cuando bebes mucho, el alcohol suprime la hormona antidiurética (arginina vasopresina), la cual se encarga de conservar los niveles de agua en el cuerpo. Sin esta, tus riñones se vuelven locos y empiezan a desechar más agua a través de la orina, deshidratando tu cuerpo; tu cerebro es el más afectado, llegando incluso a encogerse mientras dura el cuadro.
8.- Las mujeres están más expuestas
Las mujeres tienen menos agua en su cuerpo, por lo que pueden diluir menos el alcohol. Por lo que cuando un hombre y una mujer que pesan lo mismo beben la misma cantidad de alcohol, la fémina siempre terminará más ebria.