Detrás de cada aparición en la TV, selfie o portada de revista perfecta, existen refinadas técnicas de maquillaje que pueden dejar como una diosa a la persona más cansada. La primera que entró con fuerza de la mano de Kim Kardashian fue el contouring (contorneado), pero ya no es la única y ahora existen otras dos tendencias que la están desplazando.
Hablamos del baking (horneado, en español) y el strobing (estroboscópico). Pueden sonar extraños sus nombres, pero son las técnicas que se están apoderando de las redes sociales, ya que prometen dejarte con un rostro perfecto.
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En el caso del baking no se trata de una técnica nueva, pero volvió a ser popularizada por distintas estrellas de la televisión. Como recoge la versión española de la revista Vogue, “consiste básicamente en aplicar, tras la base y el corrector, una capa generosa de polvos traslúcidos ligeros en la zona del contorno de los ojos y en todas aquellas zonas del rostro en las que queramos crear este efecto”, señala.
Es ideal para difuminar arrugas y poros abiertos, además de disimular ojeras. Pero hay que tener tiempo, ya que esa capa “no ligera” debe dejarse actuar entre 10 y 30 minutos (de ahí viene el nombre “horneado”) antes de seguir maquillando, para que con el calor de la piel se funda y rellenen pequeñas imperfecciones. Después de esto, se agregan los polvos y el resto del look.
Mientras que el strobing “consiste en lograr una piel ligeramente luminosa y barnizada a base de iluminador en puntos clave del rostro”, explica la revista. “En el strobing se busca crear dimensión y esplendor al rostro. De esta modo conseguirás resaltar tus facciones solo con puntos de luz”, detallaron desde Kiko Milano.
Para ponerlo en práctica hay que preparar la piel con base y corrector de ojeras. Luego, se aplica iluminador en el pómulo, lagrimal, el hueso de la ceja, el nacimiento de la nariz y su punta y la pera. Esto permite lograr un rostro muy luminoso y vibrante.