El pasado verano, la estudiante Jemma-Louise Roberts comenzó a sentirse mal del estómago y experimentó algunos síntomas similares a los de una gripe, mientras estaba de vacaciones con su familia. Cuando la llevaron al médico, el especialista creyó que era un Norovirus. Pero no se trataba de un simple virus…
Como la fiebre y las náuseas no se iban, la joven de 13 años volvió a caer en el hospital. Al realizarle exámenes de sangre, descubrieron una peligrosa bacteria en su sangre, un estafilococo. Fue así como descubrieron que Jemma-Louise estaba sufriendo un Síndrome del Shock Tóxico.
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Aunque nunca le confirmaron la causa de esta sepsis, para su madre, Diane Roberts, el culpable sería un tampón contaminado. La joven había estado utilizando esta alternativa higiénica para seguir asistiendo a sus juntas de nado, sin imaginar que pondría en jaque su vida.
Lamentablemente, la infección fue detectada demasiado tarde y Jemma murió por un derrame cerebral, tras haber sido transferida a dos hospitales distintos en una semana. Hoy, su madre Diane Roberts tiene un importante mensaje para todos los padres.
“Jemma estaba teniendo su periodo y estaba usando tampones para seguir entrenando en nado competitivo. Los cambiaba regularmente, siguiendo las instrucciones. Si alguien desarrolla síntomas gripales, náuseas, diarrea, anda letárgico, confundido y tiene un rash cutáneo, necesitan tomar nota. Muchos de estos síntomas pueden ser confundidos con cualquier otra cosa”, declaró al medio local inglés Wigan Today.
“La muerte de Jemma es algo de lo que todavía me cuesta hablar y aún está fresco. Pero necesitamos seguir adelante para ayudar a otros. No muchas personas saben qué es una sepsis, así que quiero despertar conciencia. Mata a 375 mil personas en el Reino Unido cada año… más que el cáncer”, precisó. “No dejen que la muerte de Jemma sea en vano”, fue su fuerte declaración.
