La joven Hannah Combs (15), se encontraba pasándola bien con sus amigos del colegio, cuando a un compañero de curso se le ocurrió la peor idea del mundo: agarró un peligroso súper pegamento y se lo aplicó en el cabello y cuero cabelludo. El resultado fue desastrosos.
“Instantáneamente comenzó a arder. Sentía como si mi cabeza estuviera en llamas fue horrible”, declaró la adolescente a un medio local, siendo recogido posteriormente por la revista Seventeen. La estudiante de Texas debió correr rápidamente a la enfermería, donde la interrogaron por el incidente.
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Pero a Hannah le dolía tanto la cabeza, que apenas podía hablar y de hecho, el chico que la atacó no fue aprehendido hasta que su padre, un soldado en retiro, amenazó con llamar al 911. Más tarde, un médico la diagnosticó y confirmó que había sufrido quemaduras de primer grado en la cabeza debido al poderoso químico.
Su cabello quedó tan arruinado por el pegamento, que debió ser completamente rasurado en el lado derecho de su cabeza. “Me di cuenta de que había perdido lo que más me gustaba de mí. Amaba mi cabello y lo perdí sin motivo”, declaró la joven.
Lo peor de todo es que el chico que la atacó no fue suspendido inmediatamente de clases, por lo que al día siguiente sufrió un ataque de ansiedad por miedo a encontrárselo en los pasillos, ya que incluso tienen amigos en común. Ahora, debe asistir diariamente a una sala de detención, pero aún existe probabilidad de que se lo encuentre en el establecimiento.
Sus padres han rogado para que lo transfieran a otra escuela, pero el director aún no contesta sus requerimientos. Aunque en su escuela no han ayudado mucho, su madre Jessica compartió su historia en Facebook donde conmovió a todos y recibió una abrumadora respuesta positiva.
Su post ya suma más de 12 mil “me gusta” y 90 mil compartidos. Incluso, crearon la página “Justicia para Hannah” para reunir más apoyo. Su caso se difundió tanto, que una estilista de Harker Heights ofreció sus servicios para ofrecerle un corte y peinado asimétrico que ocultaba el incidente. Un final feliz para un terrible hecho de bullying.
