Pasó de desfilar en una de las pasarelas más sexys del planeta a formar un imperio de cómo ser una buena esposa cristiana. La modelo de 25 años, Kylie Bisutti, guardó las alas de ángel de Victoria’s Secret para dedicarse por completo a su marido y a Dios.
De acuerdo al medio nacional Emol, Bisutti desde los 8 años que está involucrada en el mundo del modelaje y, en 2009, logró llegar a una de las firmas de lencería más prestigiosas: Victoria’s Secret. ¿Cómo? Ganó un concurso para aficionadas participando en una sesión de fotos.
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Sin embargo, dos años después se dio cuenta de que la vida que llevaba no valía la pena si tenía que cambiar sus ideales. Así lo plasmó en una columna para New York Post en 2011. Un fotógrafo la hizo posar pidiéndole que se subiera la polera “como si no tuviese ropa interior”, porque es precisamente eso “lo que hacen las modelos de Victoria’s Secret”.
“Estaba en mi habitación, me puse de rodillas y comencé a rezar, ´Dios, ¿por qué me hiciste ganar el concurso de Victoria’s Secet si me iba a sentir de esta manera? No estoy honrando a mi marido. ¡Solo quiero respuestas!’”, expresó la maniquí que lleva 4 años de matrimonio con Mike Bisutti, un compañero de trabajo de su padre.
Fue así que se dio cuenta del “lado oscuro” de la industria de la moda y decidió despedirse por completo del mundo de las cámaras, partiendo a Montana junto a su esposo, para disfrutar del aire libre y participar de voluntaria en una iglesia.
“Me estaban pagando por quitarme la ropa y posar provocativamente para estimular a los hombres. Ya no se trataba de ser una modelo de ropa; me sentía como un trozo de carne”, añadió. Para hacer conocida su historia esta semana publicó su primer libro: “No soy un ángel. De modelo de Victoria’s Secret a modelo de conducta”.
Pero esa es una de las facetas de la ex modelo, pues también tiene un blog en el que aconseja a sus seguidores a seguir a Jesús, con frases como “No sigas a tu corazón, sigue a Jesús”. Además, anunció el lanzamiento de su línea de ropa “decente”.
Ante la fuerte atención mediática que ha tenido Bisutti, la marca de lencería no quiso quedarse callada, apelando a que la mujer sólo ganó un concurso para aficionadas cuyo premio era realizar un desfile y un reportaje en traje de baños para ellos, pero que nunca fue un ángel oficial.