La bella Jessica Bennet (31) se dio cuenta de que algo que iba mal, cuando pasó de ser una energética modelo fitness, a una mujer siempre cansada, débil y adolorida. Pero más de 30 médicos fallaron en diagnosticarla apropiadamente, creyendo que sufría de depresión o síndrome del colon irritable.
Tomó más de seis años que un especialista se diera cuenta que tenía la Enfermedad de Lyme, una enfermedad infecciosa, pero curable, que se transmite a través de las garrapatas y ratones, especialmente en países del hemisferio norte, como recoge el medio inglés Mirror.
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Jessica se había contagiado en Alemania, tras ser mordida por una garrapata. Lamentablemente, la chica consumió todos sus ahorros intentando tratar todas las enfermedades erróneas a las que los especialistas le adjudicaron su malestar.
No fue hasta que Jessica se metió a Internet que se dio cuenta de que sufría esta condición. “Nadie estaba conectando los puntos y yo tampoco. Lo supe apenas empecé a leer sobre la enfermedad de Lyme en Internet”, precisó.
“Todos estos años tenía una enfermedad que era tratable, pero si la diagnosticaban correctamente. En cambio, he perdido los mejores años de mi vida, una prometedora carrera y he soportado un horrible sufrimiento sin ayuda ni apoyo”, afirmó.
Tras su viaje a Alemania en 2009, volvió a su hogar con síntomas de una gripe. Posteriormente, se dio cuenta de que había sido contagiada ahí tras ser mordida por una garrapata que no vio. Un vientre inflamado, pérdida de pelo y desorientación fueron algunos de los síntomas que la hicieron abandonar sus estudios de posgrado.
“Todos estos años me sentí ridiculizada y me hicieron sentir de que estaba en mi cabeza. Nadie me escuchaba y mientras más me decían que sufría de depresión o estrés, más me enojada. Yo era una atleta en buena forma, conocía mi cuerpo. Sabía que había algo seriamente mal”, agregó.
Esta infección tiene solución si se diagnostica tempranamente. Pero como en el caso de Jessica no se diagnosticó en años, ela desarrolló severos y duraderos síntomas, como el deterioro mental. Por suerte, su pareja Matt Crane (27) aprendió a administrarle los antibióticos de manera intravenosa y espera que se recupere pronto, para poder realizar su mayor sueño: tener una familia.