Las toallitas húmedas desinfectantes se han convertido en las salvadoras de fanáticos de la limpieza, oficinas y cocinas. No es de extrañar, ya que son muy fáciles de usar: sólo hay que sacar, limpiar y desechar, lo cual ahorra los constantes viajes al lavaplatos a enjuagar el pañito.
Pero aunque luzca muy sencillo, si no las usas correctamente podrías estar empeorando la situación, como recoge el portal del hogar Good Housekeeping. Investigadores de Reino Unido testearon la eficiencia de distintas toallas limpiadoras matando a tres tipos de bacteria, en tres superficies de metal distintas. Lo que descubrieron es decepcionante…
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Sólo una marca de estos pañitos logró matar las bacterias en una pequeña área (un metro cuadrado). Si se usa uno de estos implementos en una superficie superior (como un mesón grande o un microondas), estarías expandiendo las bacterias y no matándolas.
Por ende, si limpias toda tu cocina con una sola pieza de toalla, lo estás haciendo mal. El analista de productos de limpieza, Michaelle Exhume, explica que “no es una buena práctica usar una toalla para múltiples superficies, porque es probable que ocurra contaminación cruzada”.
Lo más importante, es seguir las instrucciones de uso: “Si el área limpiada no se mantiene húmeda por el tiempo indicado en el empaque, significa que estás removiendo polvo de la superficie, pero no desinfectando”.