En sus cortos 8 años de vida, David Spisak Jr., ha sido diagnosticado en cuatro oportunidades de cáncer, ha recibido dos trasplantes y ha pasado por largos tratamientos de quimoterapia. Como su condición no retrocedía, sus padres decidieron descontinuar el tratamiento para que pudiera disfrutar la vida que le quedaba.
Los médicos le dijeron a la familia de David que no viviría más de 6 semanas sin recibir tratamiento, pero él ha logrado sobrevivir varios meses, dentro de los cuales ha aprovechado de jugar, ir al colegio y conocer a nuevos amigos. Fue en su curso de segundo grado que conoció a una tierna niña de 7 años, Ayla.
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Como recoge el medio ABC News, ambos se llevaron muy bien, por lo que cuando la condición de David empeoró y lo sacaron del colegio, ella continuó enviándole cartas o llamándolo a la casa. Incluso, sus compañeros de curso le escribieron a David contándole lo mucho que Ayla lo extrañaba.
“Ahí nos dimos cuenta de que era algo más. Él es un niño típico, esto nos agarró con la guardia baja”, explicó su madre Amber. “Ella es como una Blancanieves, porque es tan amable, especialmente conmigo, porque me ama”, le dijo su hijo.
Es por esto que su mamá decidió contactar a la madre de Ayla para palnificar una cita. David invitó a Ayla a jugar bowling, donde tuvieron una tierna cita con flores y ositos de peluche. La niña no tuvo problemas en empujar su silla de ruedas y ayudarlo a empujar la bolda. Al final de la cita, David recibió su primer beso en la mejilla.
“Él estaba tan determinado por ella, que realmente se empujó a sí mismo. Nunca pensamos que iba a tener esta experiencia, porque su tiempo es tan limitado, pero nosotros lo vimos y es real”, precisó Amber.
