La semana pasada la ex chica Mekano Rosemarie Segura, reveló a través de Facebook que había tomado una drástica decisión: cambiarse el apellido paterno. Así, desde ese momento pidió que se le reconociera y llamara como Rosemarie Dietz Vásquez.
En ese entonces la rubia explicó que había determinado que no quería llevar más el apellido de una persona que práctica no ha sido parte de su vida desde los 10 años en adelante, edad hasta la que vivió con su padre.
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En entrevista con LUN, la ex bailarina reveló algunos detalles de su relación con su progenitor y que la llevaron a tomar esta drástica medida. “Lo pensé durante cinco años, era las ganas solamente, porque uno igual piensa: ‘Pucha, es mi papá, aunque no haya estado’. Es una situación penca, difícil”, indicó Rosemarie.
Respecto a si su padre o familia paterna han hablado con ella luego de comunicar esta decisión, la joven que hoy se encuentra radicada en Osorno, junto a su familia, señaló que solo la han contactado una tía y un tío, no así su papá. “Ella me mandó un par de palabras medio pencas, como de decepcionada, pero no me interesa porque ella nunca estuvo en mi vida. El otro, que sería mi tío, me escribió y fue un poco más buena onda, me pidió disculpas por no haber estado presente y dijo que era decisión mía”, agregó.
Rosemarie también confiesa que a los 18 años, cuando estaba en Mekano, decidió buscarlo, sin embargo, el hombre la dejó esperando una llamada que nunca llegó. Señaló que lo llamó al trabajo y que fue “súper frío”. “Le dije que tenía ganas de juntarme con él. Quizá pensó que le iba a pedir algo. Me dijo que estaba entrando a una reunión y que me llamaba después. Nunca más me llamó”.
Dietz, lleva una relación de un año y medio con su novio que vive en Rancagua, y tiene ganas de empezar un emprendimiento al sur del país, luego de haber dejado su trabajo en una aseguradora en la capital. Eso sí, antes piensa estudiar “permacultura”…¿De qué se trata eso? Ella explica: “Se trata de saber sustentarte sin dinero. Ahora todo gira en torno a quién tiene más plata, el mejor auto, el mejor vestido. Yo uso chalecos que tengo de hace diez años y están impecables. No soy de la onda consumista”.
Por último, Rosemarie reflexiona: “El día de mañana quiero que mis hijos lleven el apellido de mi abuela y de mi mamá. Las dos se han sacado la mugre toda la vida y se merecen un reconocimiento. Mi mamá siempre trabajó, nunca nos fasltó nada. Mi papá ni siquiera nos pagó el colegio, nunca estuvo presente ni siquiera en lo material. Él desapareció y desapareció. Aunque ya perdoné eso”.
