Emma Pope (23) sufrió desde muy pequeña de bullying debido a su aumentado peso, pero ella los dejó a todos callados cuando bajó unos 66 kilos, siendo la envidia de muchas. “La que ríe último, ríe mejor”, comentó al diario británico.
De acuerdo a The Sun, la joven llegó a pesar alrededor de 142 kilos, lo que la hacía ser la burla de todos los niños en el colegio, o al menos así lo recuerda ella. Uno de los episodios que más la marcó fue una vez que estaba jugando voleibol y todos en el público se burlaban de sus kilitos de más.
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Y es que Pope aumentó de peso debido a su mala alimentación, la que se basaba principalmente en pastas y pizza, es decir, sólo carbohidratos.
“Me hacían mucho bullying en el colegio, pero nunca le dije a mis padres. Me quedé callada, nunca dije nada sobre los dolorosos comentarios de los niños, ellos eran bastante malos conmigo”, señaló.
Luego agregó: “Me llamaban ‘la chica gorda’ todo el tiempo, pero uno de los peores momentos de mi vida fue en un partido de voleibol, cuando me molestaron mucho por mi ropa. Unos chicos me dijeron que debería llevar mi ‘gordo trasero a la corte’. En otro incidente, un chico me preguntó por qué mis piernas eran tan grandes u otra clásica broma era ‘qué bella cara para una chica tan gorda'”.
Pero Emma no quiso que sus compañeran la siguieran maltratando psicológicamente, por lo que quiso hacer un cambio en su vida. Comenzó por empezar a entrenar cuatro días a la semana, para más tarde reducir su consumo de carbohidratos. Ella perdió 66 kilos en muy poco tiempo y bastante orgullosa de su logro, fue a enfrentar a todas esas personas que la trataron mal.
Y para sorpresa de ella, esos mismos jóvenes que en algún momento la llamaron “gorda”, ahora le pedían disculpas por todo el bullying que en algún momento le hicieron. De hecho, algunas chicas se le acercaron para que Emma les diera consejos para perder peso.
Cabe señalar, que actualmente la joven británica sólo se ríe de los feos comentarios que recibió en su pasado porque dice que ahora se siente más bien y feliz que nunca.