Esta mañana el matinal de La Red Mujeres Primero presentó una entrevista con la recordada modelo y ex Miss Chile, Josefa Isensee, quien se convirtió en un ícono de las pasarelas y programas televisivos en los años 80.
Fue en 1983 que una rubia de 21 años, de un metro ochenta y ojos verdes llamada Josefa Isensee se coronaba como la mujer más bella de Chile, en medio de las críticas que aseguraban que sus características físicas no eran ‘típicas’ de la belleza chilena.
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No obstante, eso a ella no la intimidó y en más de una entrevista por esos años, aseguraba que la belleza chilena era una mezcla de razas, por lo que ella se sentía tan chilena como cualquier otra mujer.
Desde ese entonces, Isensee se volvió la favorita de varios destacados diseñadores nacionales, protagonizó innumerables comerciales, siendo uno de Cachantún el más recordado.
La modelo también participó en televisión en el extinto programa Martes 13, conducido por César Antonio Santis, quien la rebautizó como “Señorita Jo”, llamándola así cada vez que aparecía en pantalla.
Además, por esa misma época, eran tantos los estragos que provocaba por su curvilínea figura que también fue apodada como “el mejor cuerpo de Chile”, sin embargo, ella siempre mantuvo un perfil bastante bajo y alejado de las luces de aquel tiempo.
Muy ligada al deporte, logró lanzar videos y libros que promocionaban su estilo de vida saludable e incluso una línea de belleza, no obstante, de un día para otro decidió dar un paso al costado de la televisión y las pasarelas.
Este martes la otrora modelo reapareció en pantalla de la mano de Mujeres Primero, y allí conversó con Janine Leal sobre su futuro y también reveló uno de sus dolores más grandes.
En la entrevista confesó que el tiempo en que trabajó en pantalla lo disfrutó y lo hizo feliz, pero que luego decidió retirarse del medio cuando vio cómo había evolucionado. “Llegó un momento en que yo sentí que ya había vivido mi etapa, lo que también coincidió con este libertinaje de la televisión que a mí no me acomodaba, sobre todo el lenguaje, a cualquiera se le llamaba modelo y para mí una modelo no es ir a una discoteque a bailar en colaless, por ejemplo”, señaló la modelo.
A sus 54 años, Josefa está casada, sin embargo, no tiene hijos aunque sí le hubiese gustado. Ante la pregunta, la estrella de comerciales reveló un profundo dolor. “Yo no pude tener guagua, no es que no haya querido, perdí dos, pero la vida sabrá lo que hace, la vida sabe lo que hace y yo lo muy pasé mal, quería ser mamá pero no lo fui no más. Siempre estuvo en mis planes, pese a que nunca intenté nada artificial, pero me chequeé, me hice ver, vi por dónde estaba el problema pero no resultó no más”, confesó.
También habló de la falta que le hizo su padre, quien falleció cuando ella era pequeña, asegurando que su vida “hubiera sido muy distinta si hubiese estado”. Aún así, comentó que el poco tiempo que vivió con él, le dejó algo fundamental: una muy buena educación. “Me dejó una muy buena base, a mí me pusieron limites, horarios, me dijeron lo que estaba mal, también me castigaron, me enseñaron maneras, formas, yo tengo los mejores recuerdos de mi infancia y eso fue también lo que a mí me hizo no equivocarme tanto“, agregó.
La modelo aseguró que continúa entrenando todos los días en la piscina. Su día comienza bien temprano e intenta cumplir con toda su rutina doméstica y de ejercicios durante la mañana, pues las tardes duerme siesta y se las dedica a ella.
El deporte siempre la ha acompañado y probablemente es eso lo que la hace lucir tan espléndida, pues aseguró que nunca se ha hecho una cirugía estética pese a que sí reconoce que le teme a la vejez y al deterioro natural del cuerpo.
Aún así, descarta realizarse una cirugía estética y solo ha contemplado inyecciones de botox aunque aún no lo ha hecho. Respecto a las operaciones, agregó: “Me da pena esa gente que termina siendo la caricatura de sí misma, cómo no hay una familia detrás que le diga a la persona ‘oye no te sigai poniendo labios, no te sigai operando…’”.
Por último, señaló estar mucho menos tolerante que antes, confesando que le desagrada muchísimo la mala educación y la mediocridad. Además, no le gustan movimientos como el feminismo pues cree en el ‘complemento’. “Yo veo el feminismo como algo exagerado, como algo extremo, yo lo veo como ago malo. Yo creo que los derechos y los deberes van juntos y creo que las mujeres, por su sensibilidad, les ha costado más, por no decir que se ha dejado pisar más o avasallar más, pero es un tema de que somos diferentes, de que sentimos distintos y eso no hay que perderlo“, remató.