En abril del año pasado se viralizó la historia de Ricardo Ramírez, un hombre de 80 años que trabajaba de noche como conserje. Durante el día cuidaba a su esposa enferma.
Este hombre de la cuarta edad salía cada tarde de su casa en Quillota rumbo a Viña del Mar, recorriendo cerca de 100 kilómetros diarios.
No tenía otra opción, pues su pensión no le alcanza para vivir.
Rosa Bugueño, su esposa, declaró en aquella oportunidad a TVN que no quería que su marido siguiera trabajando, pues la dejaba muy preocupada el hecho de que saliera y viajara en transporte público en medio del alza en los contagios por COVID-19.
Tras conocerse su historia, varias personas ayudaron a la pareja económicamente.
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Conserje demandó a edificio
Ahora se dio a conocer que el conserje acusó que no le han pagado las cotizaciones e indemnizaciones correspondientes, según informó BioBioChile.
Por este motivo decidió acudir a la justicia, para que el edificio Ralún de Viña del Mar le responda.
De acuerdo al mismo medio, Ricardo Ramírez dejó de ir a trabajar debido al largo recorrido que debía hacer diariamente, lo que resultaba agotador.
Desde la administración le ofrecían 2 millones de pesos para jubilarse, lo que él consideró muy poco, pues llevaba allí 26 años.
Nancy Godoy, quien vive en el edificio, aseguró que desde el inmueble no quieren pagar las cotizaciones y que incluso él recibe insultos.
“No son casos aislados, yo creo que es una práctica que lamentablemente se está dando en Viña (…) el caballero no cuenta con internet, no tiene un hijo que le ayude con los trámites”, manifestó Nancy.
“No han respondido como es debido, me deben todo”, dijo Ricardo a Radio Bío Bío de Valparaíso.
La audiencia está fijada para junio de este año, pero él no cuenta con un abogado que lo represente.