Monserrat Álvarez y Julio César Rodríguez comentaron este miércoles, en extenso, el intento de encerrona del que fue víctima una conductora, quien atropelló a uno de los delincuentes, quien finalmente perdió la vida.
En ese contexto, la periodista recordó que sufrió, en dos ocasiones, el robo de su vehículo, reflexionando sobre cómo ha evolucionado el delito.
“A mí me robaron el auto dos veces, cuando no tenían toda esta cantidad de (seguridad), cuando la radio te la robaban”, comenzó relatando.
La conductora del matinal Contigo en la mañana comentó que “como los autos son más seguros, comienza a evolucionar el delito, y se transforma en esta encerrona, que cuando el auto está andando, asaltas a la persona para llevártelo”.
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Madre del delincuente llegó a la casa de Monserrat Álvarez
Monserrat Álvarez recordó que en una de esas ocasiones, llegó la madre del delincuente a pedirle perdón.
“Me pasó, una de las veces que me robaron mi auto, en la puerta de mi casa, finalmente encontraron al joven y llegó la mamá del delincuente y me tocó el timbre”, relató.
La periodista aseguró que esa escena “fue muy fuerte, fue una situación súper compleja para mí, éticamente compleja”.
“Me toca el timbre una señora llorando, me dice si puede hablar con nosotros, me pide perdón en nombre de su hijo, me dice que para ella esta es una vergüenza total. Lloraba, lloraba y lloraba”, recordó Monserrat Álvarez.
Junto con ello, la mujer le pidió que retirara la denuncia en Carabineros: “Para mí fue súper difícil la decisión, entre una madre que estaba sufriendo y continuar adelante con la denuncia”.
En ese momento intervino su compañero, Julio César Rodríguez: “Ahora, ¿por qué supo la dirección de tu casa?”
La periodista le recordó que “él se robó el auto en la puerta de mi casa, estacionado. Los carabineros lo atraparon cinco cuadras después, entonces no era secreto (la dirección)”.
“Pero los datos de las víctimas deben estar resguardados”, continuó JC.
Finalmente, Monserrat Álvarez recordó que esto le ocurrió “en la época en que el auto tenía una pinche alarma, abrían el capó y la desconectaban”.
“Igual tienes razón de que me dio un poco de susto de que llegara a mi casa. No quiero contar lo que hice… no, fue súper difícil, pero seguí adelante con la demanda, lamentablemente, porque te juro que era difícil”, aseguró.
“Creo que una madre que va a tu casa tiene una valentía, pero sentí que mi deber como ciudadana era seguir adelante”, cerró.