Este sábado se concretó un día histórico para la Corona Británica, ya que se proclamó como rey a Carlos III.

Tras la muerte de Isabel II, Carlos asumió oficialmente como el monarca de Reino Unido, en una de las ceremonias más importantes del plan ‘London Bridge’.

Lo destacable es que por primera vez en la historia el acto de proclamación fue transmitido en directo por televisión.

Lo que no pasó desapercibido durante esta actividad real, es que el nuevo rey tuvo problemas de espacio con el escritorio que le habilitaron para firmar los documentos que lo oficializaban como monarca.

Al momento de implantar su firma, Carlos III perdió su paciendia de inmediato, al no poder concretar el trámite con tranquilidad.

Con actitud de enfado, mostrando sus dientes apretados y haciendo gestos, finalmente le sacaron del escritorio los tinteros y la caja de las plumas que había en la mesa.

Como era de esperarse, este gesto no pasó desaprecibido en redes sociales: “El rey parece enojado y frustrado por la configuración de su escritorio, y convoca a un ayudante para que los arregle, dos veces”.

Según consignó la revista People, esta escena se volvió viral y por un detalle muy importante: “La reina nunca perdió la calma en público”.