Los padres de Madeleine McCann, la niña británica desaparecida en 2007 a los 3 años, cuando estaban de vacaciones en Portugal, se mostraron “decepcionados” este martes por un fallo desfavorable del Tribunal europeo de los derechos humanos (TEDH).
“Naturalmente, estamos decepcionados con la decisión” anunciada hoy por la corte de Estrasburgo (Francia), que rechaza que el detective portugués retirado Gonçalo Amaral fuera quien manchó su reputación con la teoría de que habían sido responsables de lo ocurrido, afirman en un comunicado recogido por la agencia británica PA.
La PA indica que la pareja no piensa recurrir el dictamen, que pone fin a un proceso legal iniciado hace más de una década ante la Justicia portuguesa.
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“Mucho ha cambiado desde que iniciamos los procedimientos legales hace 13 años contra Amaral”, su editorial y su productora por el libro y documental en el que exponía su hipótesis, dicen en la nota.
Explican también que tomaron las medidas legales “por una sola razón”, que “las afirmaciones infundadas de Amaral estaban teniendo un impacto perjudicial en la búsqueda de Madeleine”.
Pensaron, entonces, que si la opinión pública creía que ellos estaban involucrados, dejaría de “estar alerta a posibles pistas y quizás no facilitaría la información relevante a las agencias policiales pertinentes”, argumentan.
La pareja señala en el comunicado que “la atención se centra ahora con acierto en la búsqueda de Madeleine y su(s) secuestrador(es)”.
El proceso legal de los padres de Madeleine McCann
Los McCann agradecen su trabajo a las policías “británica, alemana y portuguesa”, y confían en que algún día rendirán cuentas los responsables de la suerte de su hija, que presuntamente fue secuestrada cuando dormía con sus hermanos en su habitación de un complejo hotelero mientras sus padres cenaban cerca con unos amigos.
En su fallo, los jueces europeos estiman que Portugal no violó su derecho a la presunción de inocencia y que el libro que publicó Amaral, además de tener una base argumental basada en hechos, no fue el que desencadenó la campaña mediática que los puso en el centro de atención, pues esta había comenzado antes.
Por otro lado, consideran que el potencial daño a su reputación se produjo cuando fueron inculpados en las primeras investigaciones policiales. Eso sí, la Fiscalía portuguesa acabó levantando las acusaciones en julio de 2008, tres días antes de la publicación del polémico libro del detective, que se ocupó inicialmente del caso.
La investigación sobre Madeleine dio un giro en 2020, cuando la Fiscalía alemana dijo que creía que la niña estaba muerta y que el responsable podía ser Christian Brueckner, un hombre encarcelado entonces en Alemania y que ha sido posteriormente inculpado a petición de la Justicia portuguesa.