En enero de 2019, Ignacio Franzani anunció que se convirtió en padre por primera vez, fruto de su relación con la estilista Roma Carvajal.
En ese contexto, y a casi cuatro años de aquella dulce llegada, el periodista conversó con Página 7 para revelar cómo le cambió la vida el nacimiento de su retoña.
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“Ha sido súper heavy, porque fui padre antes de un estallido social y en medio de una pandemia”, expresó.
Con respecto a este particular contexto, el comunicador mencionó: “Era de los que salía en coche para pasear a mi hija y era un delito, yo me mataba de la risa porque decía ‘me puedo ir preso por esto, en qué minuto ocurrió esta locura’”.
“Fueron meses de mucha incertidumbre, y donde más me cobijé fue en la radio, pues teletrabajaba en la pieza de mi hija, estuve dos años encerrado ahí, ella vivía en una radio y no lo sabía”, añadió.
Sumado a esto, el locutor de 13C Radio señaló que, pese a las dificultades, dicho proceso “fue maravilloso, muy desafiante y exigente”.
“Fue una locura, pero hoy lo recuerdo y es algo imborrable, pude criar a mi hija en su primera infancia y estar todo el día con ella, algo que jamás hubiese ocurrido en otras circunstancias”, añadió.
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Ignacio Franzani y la vida junto a su retoña
Debido a su apretada agenda, el profesional entregó detalles de cómo se las ingenia para compatibilizar sus tiempos.
“Como tengo horarios donde estoy toda la mañana y la tarde en la radio, y los proyectos audiovisuales los hago entre el mediodía y las 18 horas, me coordino para irnos a tomar un helado o pasar a una librería, a veces se pone media chúcara, pero me entiende (que debo ir a trabajar)”, expresó.
Finalmente, Ignacio Franzani manifestó su orgullo tras ver cómo crece su retoña. “Le realizo entrevistas, le pongo títulos en el computador y hago el ‘Podcast de Bianca’, y guardo archivos de audio de ella desde que balbuceaba y hasta ahora que habla de corrido”, afirmó.
“Con ella se cerró la fábrica, ya que es muy exigente, me saco el sombrero por todos los papás que se sacan la cresta por parar la olla y estar presentes, es maravilloso, pero también durísimo”, concluyó.
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