Este lunes, en un nuevo capítulo de Juego textual, las panelistas conversarán con el payaso y comediante Hans Malpartida, más conocido como ‘Miguelito’.

Según recordará, su infancia fue feliz, pero sumamente humilde. “No había luz, yo estudiaba con vela, mi mamá me levantaba a las 3 de la mañana para hacerme desayuno y a las 5 salía a la escuela”.

Consultado acerca de si sufrió discriminación en su infancia, el artista asegurará que no. “Al principio se siente eso, pero después me acostumbré. Y, además, yo soy bien choro, si tenía que pelear, me peleaba”.

Posteriormente, llegó a un circo peruano, donde lo reclutaron como el payaso más pequeño del mundo y lo bautizaron como ‘Miguelito’.

Fue lo único bueno que hicieron por él, ya que cuando lo trajeron por primera vez a presentarse en Chile, lo obligaron a quedarse encerrado en una pieza, sin derecho a salir.

“Me tenían encerrado con llave. Yo era su diamante en bruto y sabían que si me exponían, me iban a perder, que me iba a quedar trabajando acá, que fue lo que finalmente ocurrió”, narrará.

“Ellos eran maltratadores de la gente, maltrataban al personal. Lo pasé mal, estuve seis meses antes de llegar a Chile llorando, me quería ir a mi casa, y cuando estaba con mi maleta, sentía que alguien estaba detrás de mí y me recogía”, recordará.

Finalmente, cuando logró irse a trabajar con una compañía circense chilena, sus exempleadores lo amenazaron de muerte.

“Ellos quedaron debiéndome plata, se burlaron de mí y me humillaron. Lo más barato que me dijeron fue que yo comía gracias a ellos, que en mi pueblo me iba a morir de hambre”, indicará.

“También me amenazaron, me dijeron ‘ten cuidado, rézale a Dios porque no importan los años que pasen, te vamos a matar'”, acusará.

Nueva vida en Chile

Fue en Chile donde prosperó, haciéndose rápidamente famoso por medir solo un metro de altura. De hecho, según asegurará, cuando estaba en Perú era aún más pequeño que ahora.

De acuerdo a su relato, su vida cambió una noche en una discoteca, cuando le presentaron a uno de los productores de Morandé con compañía, quien inicialmente pensó que era un niño.

Cuando al fin le explicaron que era un adulto pequeño, conversaron y le ofreció entrar al estelar de Mega. “Quedé helado, literalmente. Le dije ‘¿a quién no le gustaría ir a Morandé?'”.

Sin embargo, llegado el día, Miguelito fue pensando que lo habían invitado como público, cuando el ofrecimiento era para actuar en el programa.

Eso dio inicio a una relación de 15 años con el programa de Kike Morandé, y un vínculo muy estrecho con todos sus integrantes, especialmente con Paola Troncoso.