El misterio por la desaparición de Madeleine McCann sigue vigente y se profundiza cada 3 de mayo.

Este día se conmemora un nuevo año en que la menor, de apenas 3 años, fue vista por última vez.

Era el 2007, cuando Maddie y sus hermanos menores mellizos estaban en el departamento que su familia había alquilado en Praia da Luz.

Los McCann, oriundos de Leicestershire, Reino Unido, habían viajado a esa zona turística con sus tres hijos por algunos días.

Sus padres fueron a cenar con un grupo de amigos a un restorán del mismo hotel, y dejaron a sus hijos durmiendo en las habitaciones.

Entre los matrimonios que se reunieron a cenar, se turnaban para ir a vigilar a los niños a sus cuartos.

La familia no notó la ausencia de Madeleine hasta las 10 de la noche, cuando su padre encontró la cama de la niña vacía.

Desde ese momento, se desató una búsqueda sin resultados, con hipótesis que pasaron desde el asesinato al secuestro, versiones que incluso apuntaban a los propios padres de Madeleine: Kate y Gerry McCann; y al menos cuatro jóvenes que aseguraron ser la niña, pero cuyos resultados de ADN dieron negativo.

El libro de reservas del restorán: la hipótesis que tienen los padres de Madeleine sobre su desaparición

Cuando se cumplen 16 años de su desaparición, los padres de Madeleine se refirieron al caso y mencionaron una hipótesis que, hasta el momento, no se había hecho pública.

Según consignó The New York Post, Kate McCann está segura de que se trató de un secuestro y que, quien se llevó a su hija, lo hizo debido a la información que tenía el libro de reservas del restorán.

Es que, en ese registro –que según dijo estaba a la entrada del local y cualquiera podía verlo– la recepcionista había consignado el motivo por el que siempre los matrimonios pedían la misma mesa: para desde allí poder tener vista a los departamentos donde dejaban a sus hijos pequeños durmiendo.

Así lo relató la familia McCann en su libro Madeleine: Our Daughter’s Disappearance and the continue search for her (Madeleine: la desaparición de nuestra hija y la continua búsqueda de ella)

“Para mi horror, vi que, sin duda, con toda inocencia y simplemente para explicar por qué estaba rompiendo un poco las reglas, la recepcionista había agregado el motivo de nuestra solicitud: queríamos comer cerca de nuestros apartamentos mientras dejábamos a nuestros niños pequeños solos allí y los revisábamos de forma intermitente. Ahora lo lamentamos amargamente y lo haremos hasta el final de nuestros días”, detalló Kate.

Una búsqueda internacional y muchas posibilidades, pero nadie sabe qué pasó con Madeleine McCann

La desaparición de la niña generó conmoción y su caso se conoció rápidamente en todo el mundo.

Nadie podía creer cómo la menor parecía haberse esfumado del lugar sin dejar ningún tipo de rastro y sin que nadie la hubiera visto.

Esto generó una gran búsqueda internacional y una extensa investigación que continúa, hasta el día de hoy, sin que se sepa todavía qué le sucedió.

El primer sospechoso fue Robert Murat (35), un hombre británico divorciado y padre de una niña que vivía a 100 metros del departamento donde se alojaba la familia McCann, motivo por el cual estuvo en la mira de los investigadores.

Tras registrar su vivienda, computadora y demás dispositivos electrónicos, fue puesto en libertad: no se encontró vínculo alguno con la desaparición de Maddie.

En el primer aniversario de la búsqueda, y tras conseguir pocos avances en la investigación, los papás de Madeleine quedaron bajo la lupa por presuntas manchas de sangre que se encontraron en la camioneta familiar.

Todas las teorías que se desataron sobre Gerry y Kate McCann como responsables de la muerte de su hija resultaron inconclusas. En julio de 2008, la Justicia de Portugal archivó el caso por falta de evidencia.

Un año después, los McCann volvieron a Lisboa en busca de nuevas pistas, y el caso derivó en un proceso judicial sobre el inspector de la policía lusa, Gonçalo Amaral, acusado de ser inoperante durante la investigación y quien luego dimitió por supuestas presiones.

Pero Amaral no se mantuvo al margen: habló de publicar un libro en el que supuestamente contaría detalles que no habían salido antes a la luz sobre el caso, en el que señalaba a los padres como responsables.

Fueron a juicio, y si bien los McCann evitaron la publicación, Maddie: La verdad de la mentira, se dio a conocer tiempo después.

La búsqueda de Maddie siguió sin grandes novedades hasta que en 2020, un año después de que la plataforma de streaming Netflix estrenara el documental La desaparición de Madeleine McCann, Scotland Yard dio con una nueva pista: se trata de un nuevo sospechoso en el caso, un hombre alemán llamado Christian Brüeckner (43).