Heather Armstrong, también conocida como “mamá bloguera”, había alcanzado la fama por hablar de las complejidades de la maternidad en internet. Sin embargo, terminó librando una batalla contra la depresión y el alcoholismo, y finalmente se suicidó.

La noticia de su muerte surgió a través de un comunicado difundido por su pareja y excandidato al Senado de los Estados Unidos, Pete Ashdown.

En 2001, Armstrong creó su sitio web Dooce para compartir sus experiencias y consejos sobre la maternidad, relaciones y otras cuestiones, sin saber que iba a terminar convirtiéndose en un éxito.

Gracias a las repercusiones obtenidas en las redes sociales, en 2009 publicó su autobiografía The Valedictorian of Being Dead: The True Story of Dying Ten Times to Live (El valedictorian de estar muerto: la verdadera historia de morir diez veces para vivir).

Su éxito la catapultó a diferentes programas televisivos, incluyendo The Oprah Winfrey Show, uno de los talk shows estadounidenses más populares, y a formar parte de la lista Forbes dentro del selecto grupo de mujeres más influyentes en los medios.

Su fama incluso se extendió hasta el New York Times, que la coronó como “La reina de las mamás blogueras”.

Heather Armstrong, la mamá bloguera que compartió su experiencia con el mundo

Como sucede a menudo, al éxito lo acompañan una gran cantidad de críticas. Las mismas redes sociales que la catapultaron, también fueron eco del dedo acusador por “malcriar a sus hijos”.

Las detracciones comenzaron cuando Armstrong escribió contra su jefe, el dueño de una empresa tecnológica emergente al que quiso “estrangular”. Sus publicaciones terminaron por costarle el puesto de trabajo.

A pesar de ello, la bloguera siguió analizando con un sentimiento a flor de piel y problematizando en las redes con temas vinculados a su primer matrimonio, la vida en Los Ángeles, la maternidad o el alcoholismo.

Heather Armstrong mamá bloguera
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Sus últimas publicaciones

“El 8 de octubre de 2021 celebré seis meses de sobriedad sola en el piso junto a mi cama, sintiéndome como un animal herido que quería que lo dejaran solo para morir”, escribió Armstrong.

No hubo nadie en mi vida que pudiera comprender cuán simbólica fue una victoria para mí, aunque… llena de lágrimas y sollozos tan violentos que en un momento pensé que mi cuerpo se partiría en dos. La pena me sumergió en maremotos de dolor. Durante unas horas me resultó difícil respirar”, añadió.

También explicó que “la sobriedad no era un misterio que tenía que resolver. Era simplemente mirar todas mis heridas y aprender a vivir con ellas”.

En sus memorias, describió cómo su blog comenzó como una forma de compartir sus pensamientos sobre la cultura pop con amigos lejanos. En un año, su audiencia creció de unos pocos amigos a miles de extraños en todo el mundo.

A lo largo de sus posteos, Armstrong fue exhibiendo cada vez más su vida personal.

Tras seis meses como desempleada, retornó a las redes escribiendo sobre su nuevo marido y cómo el desempleo los había obligado a mudarse de Los Ángeles al sótano de su madre en Utah. Luego quedó embarazada y su condición le generó “un tesoro sin fin” de contenido.

“Realmente creía que lo dejaría toda una vez que tuviera el bebé… No creo que hubiera sobrevivido si no hubiera ofrecido mi historia y me hubiera acercado para superar la soledad”, publicó.

 

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El triste final de la ‘reina de las mamás blogueras’

Más allá del comunicado, el propio Pete Ashdown le reveló a The Associated Press que Heather Armstrong se suicidó.

La ‘mamá bloguera’ luchó contra sus problemas de alcoholismo, llegando a mantenerse sobria durante más de 18 meses. Según versiones, la mujer de 47 años habría sufrido una recaída que la condujo a tomar la drástica decisión.

Armstrong vivía junto a su pareja y sus hijos (Leta, de 19 años, y Marlo, de 13 años) producto de un matrimonio anterior que terminó en 2012.