Cristian Arriagada estará invitado este viernes a Podemos Hablar, donde relatará un aterrador accidente en el que casi perdió la vida.
En específico, el actor se referirá al día en que un calambre le jugó una mala pasada mientras estaba nadando, y pensó que moriría en ese momento.
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“Mi caso fue mi vida en peligro, en un viaje que hicimos hace 6 o 7 años atrás con mi mujer, nos fuimos a Italia a una isla preciosa que se llama Cerdeña, hermosa, paradisiaca. Llegamos a esta cala, que son varias playitas más chicas, bajo un paredón un acantilado gigante, donde se asentaban varias calatas. La única forma de llegar ahí era en bote y fuimos con otros turistas”, comenzó relatando.
Y continuó: “Nos subimos al bote y llegamos a la última cala, porque por ahí partía el viaje, y el bote no podía entrar a la playa, porque era un arrecife protegido, ya que era una zona muy turística. El capitán del bote dice: ‘Si quieren ustedes pueden nadar a la otra cala, y después vuelven'”.
“El único hueón que levantó la mano fui yo. Me tiré al agua y el oleaje era una ola grande, gorda, pero no fuerte, seguí nadando, hasta que de repente me dio un calambrito, no soy un experto nadador, me calmé un poco y fui”, agregó.
El grave accidente de Cristián Arriagada en Italia
No obstante, Arriagada no contaba con que se le presentaría una segunda contracción muscular en su otra pierna, generándole nuevos problemas.
“En vez de devolverme dije: ‘Voy, tengo que llegar, tengo que vencer mi trauma con el mar’, sigo avanzando y me da un calambre en la otra pierna. Miro para atrás y el bote me quedaba a la misma distancia que me quedaba la playa. Cuento corto, falla sistémica total, error 404, en vez de relajarme, no atiné a andar, empecé a tragar agua, tragar agua, me empecé a desesperar, y dije: ‘Hasta aquí llegué, me voy a morir ahogado’. Miro para allá, miro para atrás y en mi cabeza pasaron varios pensamientos de cómo este va a ser mi final, y mi mujer estaba en el bote”, relató.
Afortunadamente, el actor vio otra salida, al percatarse que había una roca muy cerca de él. “Con las fuerzas que no sé de donde saqué, comienzo a nadar, llego a la roca, con la ola a mi espalda y empiezo a trepar la roca. Se me salen unas uñas para atrás, me corté entero, llego arriba de la ola que me iba pegando y dije: ‘Ahora qué hago'”, precisó.
“Miro para atrás haciendo señas y del bote me gritaban: ‘Hola’, yo gritaba ‘vengan, vengan’, y de repente veo que mi mujer apunta y llega el capitán italiano, la guardia costera, un escándalo por mi culpa, me gritan: ‘Suéltate’. Devolví lo que había tragado al mar y le digo a todos los turistas continuemos (con gestos de estar bien)”, concluyó.