La presidenta Michelle Bachelet promulgó este viernes la Reforma Tributaria, que modifica el sistema de tributación de la renta e introduce diversos ajustes en el sistema, y que busca recaudar, en régimen, 3.02 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
En la ocasión, la mandataria manifestó que esta reforma “nos permitirá cumplir con el compromiso de gratuidad en la educación superior”. A esto agregó que esta promulgación “Será un medio que ayudará a reducir la desigualdad a través de la justicia tributaria”.
Además, la jefa de Estado abordó el escenario económico de desaceleración que vive nuestro país, sentenciando que “hemos tomado los resguardos para que la reforma vaya de la mano con la recuperación económica”.
Cabe destacar, como informó BioBioChile, que debido a que la economía chilena pasa por una desaceleración que, sumada a las críticas de la oposición de derecha y del empresariado al proyecto original, Bachelet decidió negociar una serie de modificaciones al texto durante su debate en el Congreso con los partidos de oposición.
La reforma incluye el aumento de los impuestos a las grandes empresas, de un 20% a un 27%.
Además, se obligará a los dueños de estas empresas a tributar por la totalidad de las utilidades de sus compañías y no sólo sobre las que retiran, como ocurría hasta ahora mediante el Fondo de Utilidades Tributables (FUT) que desaparecerá a partir del 2018.
Recordemos que la reforma fue aprobada el 10 de septiembre pasado en el Congreso. El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, destacó en la ocasión que la reforma tributaria permitirá incorporar en la Ley de Presupuestos 2015 recursos adicionales por al menos US$ 2.300 millones. A 2018, la reforma recaudará US$ 8.300 millones.