Un año después de haber sufrido un grave accidente de esquí que le llevó al coma durante meses, el ex campeón alemán de Fórmula 1 Michael Schumacher sigue recuperándose recluido en su casa de Suiza.
Tras su caída, ocurrida el 29 de diciembre de 2013 en la estación de los Alpes franceses de Meribel y que le provocó un severo traumatismo craneal, el siete veces campeón de Fórmula 1 se enfrenta, a sus 45 años, a la carrera más difícil de su vida: la de su recuperación.
Pese a salir del coma artificial al que se le indujo y el regreso en septiembre a su casa familiar de Gland, a orillas del lago Léman, la comunicación sobre el estado de salud del deportista está rodeada de misterio.
“Tras varios meses, al fin reina un poco la calma”, declaró la portavoz del ex corredor, Sabine Kehm, informa AFP. “Michael hace progresos dado la gravedad de su situación, pero será un proceso largo y difícil”, agregó.
Recordar que Schumacher abandonó el hospital el pasado 16 de junio, tras salir del coma, para ingresar en otro centro sanitario de Lausana conocido por sus especialistas en neurología, antes de ser trasladado a su residencia, ubicada entre Lausana y Ginebra (Suiza).
Pese a lo lento que se vislumbra la recuperación, su familia se muestra al menos “optimista” según informan en un comunicado de prensa publicado en el sitio web oficial del ex piloto.
“Seguimos optimistas y esperamos lo mejor para Michael. Vuestra fuerza nos ayuda a continuar apoyándole en su combate”, añadió el texto de sus allegados, que se han movilizado para transmitirle su apoyo en este primer aniversario del accidente con mensajes en las redes sociales con la palabra clave ‘KeepFightingMichael’ (‘Sigue luchando Michael’).