Cuando el pasado jueves desapareció de su hogar la niña argentina Mía Leonela Gómez (12), su familia temió le peor, por lo que se desató un enorme operativo policial para dar con su paradero. Hasta que el mediodía del sábado, un vecino fue a revisar una obra en construcción, encontrándose con una impactante imagen: la joven ahorcada de un árbol.
Como consigna el medio trasandino Clarín, el hombre era el propietario del terreno y quería revisar los avances de la obra; cabe destacar que durante la semana no hubo actividad ni obreros en esta. Aunque este terreno colinda con el patio de la casa de Leonela, nadie se dio cuenta de su cuerpo hasta ese día.
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La hipótesis inicial era un suicidio, la cual fue confirmada por la autopsia. Posteriormente se reveló que la niña había buscado información sobre cómo quitarse la vida en Internet y tenía una mala relación con su familia. Sus padres afirman que Leonela se había comportado de manera extraña los días anteriores a la tragedia: se hizo un perfil con otro nombre en las redes sociales, se cortó el cabello corto y cambió su forma de vestir.
La niña de 12 años desapareció luego de que su madre fuera a recogerla del colegio y decidiera salir a hacer unas compras en el supermercado. “Ella dejó todo; documentos y plata”, relató en aquel momento Leonel, su padre.
Hoy, este hombre está devastado: “Tengo la paz que me da mi hija y la gente para poder estar bien. Trato de buscar espiritualmente las cosas. Fue su decisión”. Y agregó “el que pasó esto sabe cómo se siente. Yo viví para ella, vivo para ella y voy a seguir viviendo para ella junto a mi señora, porque ella nos quería ver felices”.
Leonel afirmó que: “Soy un hombre trabajador, un luchador, y luché para que sea feliz pero bueno, no era feliz en su vida”. Aún así, agradeció “a todos los equipos que trabajaron muy bien y pusieron mucha garra para que Leonela aparezca y a la gente”.
