Asesinada tras sufrir un fuerte trauma en su cabeza: ese fue el destino de una madre de 31 años de Ohio (Estados Unidos), identificada como Rebecca Cade. La mujer moribunda logró arrastrarse hasta una reja, dejando un camino de sangre por la acera, donde finalmente perdió la vida.
Pero lo más impactante de este caso, es que su cuerpo mutilado fue confundido con una decoración de Halloween, como recoge el medio inglés Mirror. Varios vecinos pasaron frente a ella, pensando que era una híper realístico adorno de zombie, hasta que una persona que paseaba a su perro se dio cuenta de la realidad y llamó a la policía.
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Una de las vecinas, Tammy Dixon, quedó horrorizada al descubrir la verdad: “Era como sacado de una historia de horror. Fue la peor escena de Halloween que puedas imaginar”.
La mujer perdió la vida tras recibir el impacto de “una enorme piedra del tamaño de una naranja que fue descubierta en la escena del crimen con sangre en ella”, como recoge el medio. Además, tenía heridas en sus manos y brazos, lo que sugiere que luchó con su asesino.
Se creeo que Rebecca logró saltar la cerca para alejarse del atacante, pero quedó enganchada de la manga de su blusa, lo cual le dio la oportunidad a su agresor para “rematarla”. Por el crimen fue arrestado Donnie Cochenour Junior de 27 años, quien además habría intentado suicidarse en la cárcel.
La mujer asesinada tenía historial policial y un hijo de 15 meses llamado Bryan, el cual nació con el síndrome del alcoholismo fetal. A pesar de sus problemas, su familia se despidió de ella y afirmaron que “aunque siempre andaba por las calles consumiendo drogas, hubo mucha gente que la amó” y que “no se merecía eso”.