Una base militar estadounidense fue colocada en alerta después que un soldado que se disfrazó para Halloween como atacante suicida, con falsos explosivos en su traje, trató de franquear uno de los accesos.

La desafortunada broma ocurrió en Fort Bragg, Carolina del Norte, que alberga unidades aerotransportadas y de las fuerzas especiales del Ejército de Estados Unidos.

“El incidente dio lugar a una respuesta de emergencia”, señaló la base militar en un comunicado.

El soldado, que no fue identificado, intentó ingresar con su disfraz provocando la intervención de la guardia y el cierre del acceso a la base.

Expertos en la desactivación de artefactos explosivos fueron llevados al lugar para verificar que no hubiese peligro.

“Este tipo de disfraces no son permitidos en Fort Bragg”, señaló el comunicado, colocado en internet, que recordó que en la base militar viven “numerosas familias de soldados que han sido víctimas de kamikazes verdaderos”.