En shock quedó un país entero tras el hallazgo de una niña recién nacida en el baño de una gasolinera del barrio de Mataderos (Buenos Aires). La pequeña fue abandonada en el cesto de la basura, al interior de una bolsa y con su cordón umbilical sin cortar. De inmediato, fue trasladada al Hospital Santojanni, donde lograron sacarla del estado de hipotermia: hasta ahora, permanece internada.
Gracias a las cámaras de seguridad del lugar, fue posible captar los rostros de la pareja que la abandonó, como recoge el diario Clarín. Ambos fueron duramente buscados por la justicia y gracias a sus peculiares características -el hombre tenía rastas y la mujer, aún una panza-, pudieron ser detenidos un día después del abandono.
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“La beba fue trasladada al Hospital Santojanni y está compensada”, explicó el director del SAME, Alberto Crescenti, a la prensa. El video de su rescate se viralizó en las redes sociales. Ahí, además de estabilizarla, la gente le puso nombre: Faustina.
La pequeña nació a las 38 semanas de gestación:”Pesa tres kilos y está siendo alimentada con biberón. El cuadro de hipotermia que poseía pudo ser rapidamente revertido”, detalló el director del hospital, Sergio Auger. Como nació en un entorno tremendamente sucio -un baño público-, se le están dando antibióticos para evitar una infección.
El video captó cómo la mujer de entre 25 y 30 años entra al baño del lugar tocándose el vientre y después de 40 minutos, se retira sin problemas junto a un hombre de rastas. Luego, éste ingresó a la farmacia de la gasolinera para comprar toallas higiénicas, explicando que se trataba de “una emergencia”. Después, se marcharon juntos.
Al rato después, un cliente pidió que limpiaran el baño porque había mucha sangre. “La mujer encargada de la limpieza encontró una bolsa y la dejó afuera del baño. Los clientes que esperaban para entrar vieron que la bolsa se movía”, explicó la empleada del lugar, Natalia. Al abrirla, encontraron a la bebé.
“Lo primero que hice fue abrazarla y ver si respiraba. Al principio no lloraba. Cuando los médicos le cortaron el cordón, pegó el grito y me quedé más tranquila”, relató una de las empleadas de la estación, Natalia. La bebé fue cubierta con los pañuelos y bufandas que los clientes entregaron para cubrirla.